Más temas refrescantes para este verano. Se veía venir. Después de que la cosmética se acordase de que la mitad de la población mundial es masculina, y que en ese segmento había un amplio campo de desarrollo frente al trabajadísimo segmento femenino, le ha tocado a la lencería. Hemos pasado del Wonderbra de Herzigova (Mírame a los ojos. He dicho a los ojos), a los wonderjocks de la firma australiana AussieBum, tal y como cuenta El Confidencial. Hagamos historia. En noviembre del 2006 esta firma australiana presento un nuevo concepto de ropa interior masculina. Los wonderjocks, slips, y posteriormente boxers, que debido a su corte estratégico resaltaba los atributos masculinos. Una imagen vale más que mil palabras. Nada de rellenos. Sencillamente, al igual que el Wonderbra apretaba y elevaba, estos "separan y adelantan" lo que tienen que separa y adelantar. Fue un éxito, inicialmente entre el público gay y posteriormente se extendió a los metrosexuales más convencidos. Además, reforzaban el furor patriótico, pues en la banda superior de los mismos se encontraban slogans como "Property of Australia" o "Property of Germany" acompañados de los colores nacionales.
Ahora, en verano del 2007, han aplicado este concepto a los bañadores. Ya no se trata sólo de sorprender en la intimidad. Se trata de lucir palmito en las piscinas y playas, donde el agua fría puede causar estragos en el orgullo de más de uno. El éxito se esta repitiendo. Han vendido más de 250 mil bañadores. A 20 dólares cada bañador son 5 millones de dólares. Cada día facturan por internet 40 mil euros sólo en este producto.
Creo que es una tendencia clara. La preocupación de los hombres, gays y heteros, por su imagen, y por la presencia física, en una convergencia clara con las mujeres. No sé si es bueno o malo. Pero está claro que es negocio. Y la tienda online no esta nada mal.