Se repite el guión. Crecimiento importante en usuarios y en ingresos... pero, ¿y la rentabilidad? Por ahora, Spotify, líder en el segmento de streaming de música, sigue manteniendo en rojo sus balances. El último, el de 2013 (que ha sido publicado por The Guardian), no iba a ser menos: las mayores pérdidas operativas de los últimos cuatro años.
Veamos cuatro grandes números que reflejan el estado de la firma liderada por Daniel Ek:
Un negocio que crece en volumen. Sus ingresos a lo largo de ese año ascendieron a 756 millones de euros. Representa un crecimiento de casi el 74% respecto al año anterior. Y lo coloca, al cambio, como un negocio 'milmillonario' en dólares.
Sin ganancias. Pero, el guión se vuelve a repetir, como en ocasiones anteriores, respecto a su capacidad para ser rentable. Las pérdidas operativas subieron un 16,4% hasta los 93 millones de euros, mientras que las netas después de impuestos ascendieron a 58 millones. En la carta a los inversores, la compañía trata de despejar dudas: "Creemos que estamos en el comienzo de una oportunidad de mercado mucho más grande; nuestro modelo es compatible con la rentabilidad".
En rojo en los cuatro últimos años. Las pérdidas operativas han ido creciendo de manera importante conforme avanzaba la trayectoria de la compañía: de los 22 millones de euros en 2010 a los 93 millones del pasado año.
Su negocio proviene de las suscripciones: 678 millones de euros (+81%), frente a los 68 millones de la publicidad. Pero aquí es donde viene una cifra importante: Nueve de cada diez euros que ingresan proceden sólo del 22% de los usuarios que pagan por su servicio (el resto lo usan con cuentas gratuitas, con limitaciones).
La rentabilización de servicios como el de Spotify sigue sin llegar. Pese a su crecimiento en volumen, a la luz de los últimos datos, aún queda mucho camino para conseguir que sea un negocio con beneficios.
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