Es la red social por antonomasia. La más poblada y también la que más ingresos genera. Su principal negocio es la publicidad plasmada en las pantallas de todos esos cientos de millones de usuarios que lo han utilizado, principalmente, en su esfera personal. Pero en su afán por extender su negocio y su área de influencia, Facebook ha planteado un último movimiento: introducirse en el mundo de las herramientas de productividad. ¿Tiene sentido?
Se daba a conocer el lunes: el giro busca separar la vida profesional de la personal dentro de la red social. Y busca aterrizar en un segmento con tanto potencial como riesgo por su saturación y dificultades. Pero, ¿cuáles son las dificultades y los puntos a favor de la compañía?.
Dificultades para Facebook
La esfera personal, su razón de ser. Ha construido en torno a ello todo su negocio. Los usuarios entran para saber lo que le ocurre a sus amigos y eso es aprovechado por Facebook (y las marcas que anuncian sus productos y servicios) para rentabilizarlo. Tratar de cambiarlo, a estas alturas, se antoja bastante complicado, habida cuenta de que su marca se ha relacionado en no pocos casos con la improductividad, las interrupciones, etc. Sólo hay que ver la cantidad de empresas que han decidido prohibir su uso en la oficina.
¿Privacidad? El respeto a la privacidad es fundamental en la red. Pero se vuelve aún más imprescindible si cabe cuando hablamos de empresas con servicios a través de los cuales los potenciales clientes, las empresas, vuelcan datos extremadamente sensibles. Pese a sus intentos, las dudas sobre su gestión en este sentido siguen estando ahí.
Enorme competencia. En un mundo cada vez más globalizado y en el que el trabajo se hace más móvil, las herramientas de productividad y gestión empresarial en la nube son un segmento muy atractivo. Hay muchas empresas y autónomos dispuestos a rascarse el bolsillo . Por tanto, hay mercado potencial. Pero, ese reclamo también incrementa notablemente el número de competidores y su especialización. El Financial Times desgranaba ayer algunas de las grandes (y pequeñas) compañías que buscan dominar el mundo del trabajo. No sólo Google, con todo su poder, Microsoft o LinkedIn, sino otras especializadas en chats corporativos, herramientas colaborativas...
Su base de usuarios, el punto a favor
La jugada, por tanto, no está exenta de riesgo. Un segmento competido, con un acento muy distinto al mantenido en todo este tiempo y con grandes retos respecto a la privacidad y la seguridad. Pero, ¿qué tiene a favor Facebook? Lo evidente: su enorme base de usuarios. Si un porcentaje minoritario de los 1.300 millones de personas registradas estuvieran dispuestas a pagar, ya sea a título individual o a través de sus empresas, por un servicio como este, hablamos de unos ingresos nada despreciables.
En caso de que no sean capaces de construir buenas herramientas que hagan a la red social suficientemente atractiva, siempre tendrán la posibilidad de sacar a relucir la chequera, aunque eso no sea nunca garantía de éxito.
En definitiva, el movimiento es interesante pero un tanto extemporáneo (el posicionamiento de otras muchas empresas está muy avanzado) y con grandes dificultades. Habrá que ver si, finalmente, Facebook se convierte en un competidor real. No lo va a tener nada sencillo.
En El Blog Salmón | Facebook gira hacia lo profesional con "Facebook at Work"
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