"Los beneficios no son, ahora, nuestro principal objetivo". Elon Musk, consejero delegado y fundador de Tesla Motor, dejaba claro en una entrevista para Inc y lo corroboraba esta misma semana. La compañía no será rentable hasta 2020. Se une por tanto a Jeff Bezos en su particular 'batalla' por crecer para, posteriormente, recoger los frutos.
Al margen del debate técnico sobre la forma de contabilizar el margen bruto de explotación por parte de la compañía, la de esta semana se convierte en toda una declaración de intenciones: no esperen los beneficios reales, al menos, durante el próximo lustro.
De esta forma coincide con Bezos en esa defensa del crecimiento frente a la rentabilidad a corto plazo. Pero con una salvedad: se trata de negocios muy diferentes. En el caso de Musk, debe caminar año tras año en un negocio, el de los coches eléctricos, que aún está por explotar. Un negocio que requiere de una gran inversión en I+D. En el de Bezos, las pérdidas o las ganancias escasas se deben a unos márgenes casi insostenibles junto a un cuantioso gasto.
Musk aseguraba que el punto de inflexión debería ser 2020 donde se puedan alcanzar, al menos, los 500.000 coches vendidos al año. "Antes, los inversores especularon con que un beneficio real podría llegar en 2017 o 2018; ahora ven que deben esperar cinco años", explicaba un consultor a la agencia Bloomberg.
De acuerdo al punto de vista del directivo, es lógico que en una compañía como Tesla no se logren beneficios cuando necesita una importante inversión para 'construir' una demanda lo suficientemente importante como para ser sostenible en el medio plazo. Pero los inversores no han esperado tras conocer esos planes y, también, la desaceleración de sus ventas en China. En esta semana, su acción se ha dejado un 12,5% en el parqué norteamericano.
En El Blog Salmón | ¿Invertir en Tesla Motors? I, II y III
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