Como parte de su defensa de la OPA hostil recibida de Gas Natural, en una presentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Endesa acaba de anunciar su intención de incrementar sus dividendos ordinarios y extraordinarios de forma sustancial, más del 12% anual. Al mismo tiempo, piensan pagar a sus accionistas lo antes posible flujos provenientes de la reciente venta de su participación en Auna, la empresa de teléfonos móviles. Finalmente, anunciaron que piensan pagar el 100% de los beneficios generados provenientes de venta de activos efectuados en el futuro. Todos estos pasos resultarán en la devolución a sus accionistas de una gran parte de los flujos de caja generados anualmente, estimados en unos 7.000 millones de euros hasta 2010. Como hemos dicho muchas veces aquí, el flujo de caja de las empresas es de los accionistas y las empresas deben devolverlo. Un beneficio adicional de la devolución inmediata es que las empresas no estarán tentadas a hacer diversificaciones de sus negocios, algo que también hemos hablado en contra. A los ejecutivos les gusta crear imperios bajo su control.
Endesa ha anunciado estos pasos porque saben que el valor de la empresa subirá en bolsa y, con esto, convertirán el precio ofrecido por Gas Natural en menos atractivo y quieren que sus accionistas lo rechazen. Estoy de acuerdo con Endesa, estos pasos anunciados son muy buenos para aumentar el valor de la empresa. Lo que no convence es que sólo han decidido seguir pasos para incrementar el valor de su empresa cuando están bajo la amenaza de un OPA hostil. Aunque apoyo lo que han anunciado, sus intenciones pierden credibilidad cuando lo hacen bajo amenaza.
Otras empresas deben hacer lo mismo. ¿Por qué no devuelven su flujo de caja inmediatamente, o es que están esperando para hacerlo sólo si les amenazan con una OPA hostil, para pedir la ayuda de sus accionistas? Todas las empresas, TODAS, deberían evaluar sus situaciones de generación de flujo de caja y ver cual es el máximo (el máximo no el mínimo) que pueden devolver a sus accionistas, manteniendo sólo lo necesario para poder efectuar las inversiones necesarias para la continuación y el desarrollo del negocio. Si deciden que quieren hacer inversiones o compras fuera de lo normal no hay problema, sólo hay que justificar estas inversiones nuevas y recibirán el capital que necesiten.
Vía | Cinco Días En El Blog Salmón | Empresas no deben cambiar de negocio y ¿De quién es el flujo de caja?