Iberia ha presentado su Plan Director 2006-2008, con medidas orientadas (oh, sorpresa) a la reducción de costes, el incremento de ingresos y la mejora de la productividad. Y, como casi siempre, la plantilla es la primera afectada. Se prevé una reducción que afecte a todas las áreas de la compañía, y así obtener mayor eficiencia a través de la subcontratación de procesos de bajo valor añadido y la automatización de tareas (tanto operativas, como la facturación, como administrativas). También se congelan los salarios. También trabajará en su red de vuelos, eliminando aquellos vuelos cuya rentabilidad no sea ajustada (a este paso habrá aeropuertos que se quedarán sin vuelos) y potenciando los más rentables (la conexión con Latinoamérica, especialmente).
Los aviones sufrirán mayores modificaciones, y se meterán más asientos en clase turista (¿más todavía?). Dicen que será cambiando las butacas por otras menos voluminosas, pero habrá que ver su comodidad.
Unido a anteriores actuaciones, como la eliminación del servicio a bordo o el incremento del precio de billetes para sufragar los incrementos del petróleo, Iberia ha configurado un conjunto de medidas que, en mi opinión, son enormemente defensivas. No se atisba en este plan director ninguna iniciativa novedosa, creativa, de futuro. Todo suena a protección frente a las amenazas que indudablemente tienen encima (con el petróleo y las aerolíneas de bajo coste como principales exponentes), pero no se vé ningún contrataque.
Vía | El Mundo Más información | Nota de prensa en Iberia En El Blog Salmón | Sólo algunas líneas aéreas suspenden pagos y Ryanair anuncia resultados históricos