Un 13% o lo que es lo mismo, casi 10 dólares por acción y 5.200 millones de dólares de ‘valor bursátil’. Esa fue la caída de Twitter en tan sólo un día. El de ayer fue un particular ‘viernes negro’ para la compañía de la red social. Muchos inversores decidieron salir después de haber logrado importantes ganancias ante el ‘rally’ de los últimos días (76% de incremento en este mes de diciembre). Y ahora surge la duda: ¿Se acabó la euforia? ¿Es esto un serio aviso a navegantes?
Todo era una balsa de aceite para la compañía en los primeros días de una salida a Bolsa que animaba a otras a dar el salto. Logró soportar los 40 dólares de cotización, hasta que llegó el anuncio de los anuncios personalizados. Eso disparó el valor en bolsa hasta alcanzar un pico de 76 dólares por acción y una valoración bursátil de 41.000 millones de dólares (40 veces la previsión de ingresos para el próximo año). Pero tras los días festivos, llegó el viernes y con él se desató la tormenta.
Pero ahora llega la preocupación con este desplome. No sólo por lo que supone de corrección importante en su valoración y su cotización, sino por lo que puede representar de cara a la confianza. En el Wall Street Journal resaltan unas preocupantes palabras del responsable de estrategia de una firma asesora de inversiones: “La gente está buscando siempre la manera rápida de ganar dinero. Twitter era la apuesta, hasta que no lo fue”.
No hubo anuncios, ni presentación de balances ni cifras de negocio. Lo único que pudo desatar ese ‘ataque’ de desconfianza fue la cascada de advertencia de los analistas. Uno de ellos advertía de un rally que había llegado “demasiado lejos y demasiado rápido”. Señalaba, además, que no había razones reales que justificaran este comportamiento. Otro recomendaba vender, ante lo que para ellos iba a ser un comienzo de año 2014 “potencialmente complicado”.
Aún no se ha dado ni una sola cifra desde las últimas que se facilitaron justo antes de su arranque en Bolsa. La próxima será en enero, en la que no se espera, realmente, un cambio de tendencia especialmente significativo respecto a las anteriores, teñidas de rojo por las pérdidas. Puede que ese sea el temor de los inversores: salir antes de que pueda haber más turbulencias.
Lo que está claro es que el comportamiento de los últimos días ha estado marcado por una euforia que ha tenido que ser rechazada por los analistas. Ahora habrá que ver si lo que se infló durante estas semanas, se desinflará a partir de la próxima. Todo apunta a que el mercado corregirá, en parte, lo que puede ser una sobrevaloración de la compañía de la red social.
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