Tras unos días pendientes de una más que posible subida de los tipos de interés en la zona euro y del impacto que podría tener en nuestras hipotecas, nos encontramos con la decisión de la autoridad monetaria de la zona euro de mantener los tipos en el 2%.
Al mismo tiempo, en la presentación del último número de los Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) se nos informa de que la tasa de ahorro de las familias españolas es en la actualidad la más baja de los últimos cuarenta años, situándose el ahorro bruto de los hogares en 2005 en el 7,4% de su renta disponible. El motivo evidente por el que la tasa de ahorro se ha visto reducida en este periodo se debe, principalmente, a los bajos tipos de interés mantenidos por el Banco Central Europeo. Y por ese motivo, la Fundación de las Cajas de Ahorros considera necesario “eliminar los incentivos fiscales a la compra de viviendas, dado que, a su juicio, esta medida serviría para atenuar las tendencias especuladoras que se viven en este mercado”. Y me pregunto yo, ¿cuál es el porcentaje real de viviendas que se compran con afán de especulación?
Y por si todo lo anterior fuera poco, el mismo día y al mismo tiempo, la Caixa, primera caja de ahorros de este país, nos presenta la Hipoteca LKXA. Un nuevo préstamo hipotecario destinado a los jóvenes de entre 18 y 25 años mediante el cual, es posible volver a disponer de las cantidades ya amortizadas. Así, el hipotecado podrá optar por comprarse un coche con el importe ya amortizado y acogerse a unos años de carencia mientras que termina de pagar su automóvil.
Con este panorama por delante, ¿a quién hacemos caso? ¿optamos por ser previsores y frenamos nuestro ímpetu de pedir préstamos? ¿aprovechamos el nuevo producto de la Caixa para poder endeudarnos más y más?
Vía | El Mundo, Europa Press y Cinco Días