La convulsión mundial que paró con el fin de la Guerra Fría ha vuelto. La invasión de Ucrania por parte de Rusia, los ataques de Hamas a Israel y la respuesta de este último, los conflictos en el mar Rojo... todo esto está incrementando la inversión en Defensa en todos los países del mundo.
Una de las consecuencias de todo esto es que se pretende que los ejércitos sean más grandes, o al menos con soldados en la reserva capaces de ser convocados cuando sea necesario y que cuenten con entrenamiento militar.
Algunos países de nuestro entorno han recuperado el servicio militar obligatorio, algo que estaba pasado de moda una vez que cayó el Telón de Acero.
La situación en España
En España todavía no hay ninguna reacción oficial. Lo único que sabemos es que el Gobierno del PP en 2001 suprimió la "mili" y desde entonces no ha habido ningún movimiento oficial para recuperarla.
Sin embargo, viendo nuestro entorno, cada vez hay más ruido sobre si sería un movimiento necesario. De momento este Gobierno no va a mover ficha, pues sus socios están muy en contra, pero habrá que ver en el futuro y sobre todo si hay presiones por parte de nuestros compromisos con la OTAN de tener un ejército más grande.
La parte negativa de la "mili"
Pero recuperar el servicio militar no es, ni mucho menos, la panacea para Defensa. Un ejercito profesional es mucho más efectivo, y más no tiene por qué ser mejor. Tener mejor armamento, inteligencia y logística puede ser mucho más importante que el número de soldados.
Además recuperar la mili tiene un impacto negativo en la juventud. Retrasa la incorporación laboral y esto en un país como España, donde el mercado laboral tan nefasto tiene impacto en la paternidad, podría llevarnos a tasas de natalidad todavía peores.
Por otro lado tener un servicio militar obligatorio también tiene un coste. Recibir, entrenar, alojar, etc. a tanta gente requiere dedicar recursos, recursos que no se pueden asignar a otras partidas.
Inversiones más inteligentes
En definitiva, recuperar el servicio militar no tiene por qué ser lo mejor. Hacer inversiones más inteligentes en tecnología puede suplir tener un ejercito más pequeño pero mejor formado, lo cual da una ventaja sobre los posibles adversarios.
Por tanto es un debate un poco estéril. Lo que necesita el ejercito español es otra cosa, no un montón de gente entrenada para combatir. Necesitamos mejores y más armamentos, mejor logística y seguramente mejor inteligencia en el norte de África.