A pesar de que la secretaria de estado de educación y formación profesional, Eva Almunia, considere que cada euro invertido en formación, genera el doble de su inversión ‘vía fiscal‘ y de que
Invertir en educación es rentable, tanto personal como socialmente.
Los jóvenes españoles no tienen los mismos argumentos para pensar lo mismo, o al menos el 40% de estos. Actualmente cuatro de cada diez licenciados nacionales, asegura desempeñar un puesto de trabajo inferior o muy inferior a su nivel formativo. Este fenómeno no es exclusivo para la economía española, porque en términos medios afecta al 20% de los jóvenes de la OCDE. Pero en el caso de nuestro país, se agrava el problema al ser justamente el doble de la media de su marco de comparación.
El que esta tasa sea mayor o menor, depende directamente de las características estructurales del tejido productivo del país en cuestión. En el caso español, un país ‘paralizado’ por el estallido de una ‘burbuja inmobiliaria’ que posibilitó el crecimiento de la economía, basado en actividades laborales no intensivas en formación. Y que a consecuencia de lo anterior no existen actualmente ‘alternativas’ que se erijan como vía de escape para las generaciones más preparadas de nuestra historia.
Se presume que la solución al problema es compleja, y necesitará de grandes acuerdos políticos, empresariales y sociales, que cada vez son más difíciles de conseguir, en un entorno en el que los distintos grupos de interés no están dispuestos a renunciar a ninguno de sus intereses particulares, para dar respuesta a un problema global.
Por todo ello me pregunto, ¿los empresarios y los políticos urdirán a una solución al problema rápidamente, o este toma y daca proporcionará una ‘masiva’ fuga de cerebros hacia el exterior, con el objetivo de encontrar un trabajo acorde a su formación?
Vía | Cinco días
En El Blog Salmón | El desempleo en España se ha convertido en un auténtico tsunami
Imagen | avlxyz