Ayer los medios de comunicación registraron cómo una señora asaltaba al Ministro de Hacienda en la calle, Cristobal Montoro, y le preguntó si sus ahorros estaban seguros en Bankia. Montoro dijo que no había ningún problema y la señora siguió insistiendo hasta que acabó diciendo “Llevo trabajando desde los 13 años y como me lo quiten, mato”.
Esta es la situación en España. Bankia, un banco con 10 millones de clientes y la mayoría de ellos pequeños ahorradores. No olvidemos que los clientes de las cajas seguramente sean trabajadores que simplemente han ahorrado lo que han podido a lo largo de sus vidas. Ese “como me quiten mi dinero, mato” es el mejor argumento para defender la salvación del sistema bancario de nuestro país.
Podemos dudar si hay que liquidar las entidades o mantenerlas a flote. Si tenemos que buscar responsabilidades políticas, de los gestores o de ambos. Si el Banco de España, las Comunidades Autónomas, los diferentes Gobiernos han hecho bien o mal su trabajo. Podemos criticar a la UE por sus fallos políticos. Pero no podemos, en ningún caso, dejar caer a un banco de forma descontrolada y poner en peligro el dinero de los depositantes.
Si millones de personas pierden los ahorros de todas sus vidas a lo mejor nos encontramos con la que la película Mad Max fue una descripción optimista del futuro del planeta. A lo mejor nos encontramos con que mucha gente tiene poco que perder, porque después de trabajar toda la vida como le pedían desde arriba para sacar España adelante, no tienen nada.
Vía | Las provincias
En El Blog Salmón | ¿Por qué hay que salvar a Bankia?
Imagen | Juan José Bors