Ha pasado demasiado desapercibido un artículo en El País en el que se cuestionan las infraestructuras que últimamente se están creando en España. Según este artículo se cuestiona el exceso de autopistas, líneas de AVE y demás infraestructuras que se han construido o están en construcción en este momento.
Ya era hora de que se abriera el debate sobre la inversión actual en infraestructuras que se realiza en España. Porque, siendo claros, en España nos hemos lanzado alegremente a construir todo lo posible sin pensar en el sentido que tuviera que tener esto.
Creo que la frase que mejor define el problema es la de Gregorio Izquierdo, del Instituto de Estudios Económicos:
Las infraestructuras no son un fin, sino un medio: hay que acometerlas si tienen una utilidad real, cuando hay una relación coste-beneficio.
Porque aquí se ha pensado que las infraestructuras nos iban a traer progreso, cuando se debería de haber hecho de una forma muy distinta. Se crea progreso económico que necesite infraestructuras que se construyen después.
Un ejemplo son los famosos Campus de Excelencia Internacional que ha creado recientemente el ministerio. En la práctica servirán para pagar obras en las universidades y que los edificios de muchas universidades sean espectaculares, pero ¿de qué sirve si no se va a investigar en los edificios?
En contraposición hablemos del MIT, una de las mejores universidades del mundo, puntera en muchos campos. Esta institución mantuvo un edificio de madera construido como estructura temporal de la segunda guerra mundial en 1943 hasta 1998. Se le conocía como Building 20.
Es cierto que más tarde lo demolieron y encargaron a un arquitecto internacional para construir un edificio espectacular, el Stata Center. Pero eso fue después de haber desarrollado investigaciones punteras, en cambio aquí pretendemos construir el edificio antes que la investigación.
Vía | El País
Imagen | felipe gabaldón, Flickr
En El Blog Salmón | Rascacielos y Crisis