El desempleo en Estados Unidos sigue manteniéndose en niveles históricamente altos, aunque el gobierno de Obama busque mantener una imagen optimista dado que se perdieron “sólo” 54.000 puestos de trabajo, en lugar de los casi 100.000 previstos. Así y todo, el desempleo aumentó para ubicarse en el 9,6% oficial, aunque el dato del desempleo real llega al 17%.
El presidente Obama se comprometió a impulsar nuevas medidas para impulsar el crecimiento del empleo, y para ello presionará al Congreso para que proporcione un plan de estímulo adicional, dado que todos los realizados no han sido suficiente. ¿Hasta qué punto se estirará el elástico del endeudamiento? Lo más probable es que sea hasta el punto en que la economía comience a hacerse autosuficiente y pueda caminar con sus propios pies. Pero, ¿qué pasa si este momento tarda más de la cuenta en llegar?
Hasta el momento, las señales de advertencia de una desaceleración pronunciada siguen a la orden del día, y el sector Servicios, que representa las tres cuartas partes de la producción de Estados Unidos, sigue siendo uno de los más dañados con la crisis. Esto demuestra que la economía se encuentra estancada producto del colapso de los enormes desequilibrios que fueron profundizándose en el tiempo sin que nadie les pusiera coto, ¿autorregulación?.
Quince millones de personas se encuentran sin empleo oficialmente en Estados Unidos, y esta cifra puede mantenerse por largo tiempo dado que no hay planes que permitan agilizar más el ritmo de la creación de empleo. Estados Unidos necesita crear a lo menos 200.000 empleos al mes para mantener un ritmo de crecimiento del 2,5% que le permita recuperar los equilibrios del empleo y la demanda efectiva. Por ahora, esta situaciónse ve muy alejada dado que Estados Unidos está creciendo a un tasa entre 1% y 1,5%, un ritmo que solo consigue prolongar la agonía.
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