La pasada semana, el Conseller de Sanidad de la Generalitat catalana la lió parda. En un acto celebrado en Esade planteo la posibilidad de exigir, a partir de un determinado nivel de renta, la contratación de una póliza privada sanitaria. Su departamento, ante el revuelo formado, tuvo que salir al quite de inmediato, sosteniendo que no era una opción que estuviesen manejando, que era una reflexión, que si el mundo de las ideas, etc. Y, sin embargo, a mi el repago sanitario catalán me parece una excelente idea. De las mejores que han tenido estos chicos de CiU.
En el post que dedicamos al tema de las distintas alternativas que se barajaban en relación con el modelo sanitario ya hablábamos de repago en vez de copago. Frente al miedo de algunos de que gente que contribuye poco o nada al sistema sanitario por primera vez lo hiciese, nos encontramos con que esto va de que sigan pagando los mismos, los paganinis habituales de clase media. Alguno se preguntará por la parte positiva del modelo propuesto.
Fácil, y me voy a poner un tanto marxista a la hora de exponerlo. La adopción de este tipo de modelos, similar a algunos que ya se vienen aplicando en la educación pública, contribuye a poner de manifiesto las contradicciones del sistema, a hacerlo intolerable para aquellos que están llamados a sostenerlo con sus euros y a defenderlo con sus votos (como mínimo). En definitiva, potencia la desafección popular, la deslegitimación del Estado del Bienestar (sic). Y eso es una gran noticia en el medio plazo para los que no comulgamos con el mismo.
La pena es que no creo que se lleva a cabo precisamente por ello. Preferirán formulas más soterradas, menos explícitas, para seguir drenando fiscalmente a los contribuyentes, a la par que discriminándolos a la hora del acceso efectivo a los servicios públicos que sufragan. En definitiva, una agonía más lenta y más dolorosa, pero que inexorablemente acabará del mismo modo. Eso si, durante la misma los beneficiarios directos e indirectos del status quo se seguirán aprovechando de la situación. Que les quiten lo bailado. Y lo percibido.
Vía | El País
En El Blog Salmón | Megalomaniacos y jubilados