La polémica está servida. El Gobierno de España ultima los planes para condonar los intereses de la deuda a las Comunidades Autónomas que se acogieron al plan de pago a proveedores y al Fondo de Liquidez Autonómico. Un rescate (del que incluso se rumorea una quita) en toda regla. Y como todo rescate, generamos riesgo moral.
En este caso el riesgo moral es que las Comunidades que no se acogieron al plan y decidieron financiarse acudiendo a los mercados (o bancos) pagarán sus intereses. Y las Comunidades que no eran solventes no. La queja principal viene de Madrid, que ha hecho ajustes duros para no tener que financiarse por el plan de emergencia del Estado y ahora se le queda cara de tonto.
Ahora bien, aparte del riesgo moral también está el problema de la solvencia de las Comunidades Autónomas. Si no son solventes para pagar sus deudas tenemos que hacer que lo sean y quizá la única forma sea una quita o un plan muy ventajoso de financiación. La otra opción es dejarlas quebrar, pero arrastraría a muchas empresas por el camino.
Estamos ante una situación complicada. La salida es difícil pero hay que sentar las bases para que esto no vuelva a suceder, básicamente dotanto de más corresponsabilidad fiscal a las Comunidades, que tienen muchas competencias en gasto y pocas en ingresos.
En El Blog Salmón | Reforma de la financiación autonómica: ahora resulta que no toca Imagen | Aloriel