Desde que estalló la crisis, hemos visto mucho dinero público, sacado de nuestros bolsillos, utilizado para rescatar a empresas, a bancos y a países, todo sin apenas exigir que las empresas hagan frente a los muchos líos en que nos hemos encontrado.
Hemos criticado duramente muchas veces las ayudas 'sin condiciones' recibidas por los que se pusieron en la cola y miles de millones de dinero público siguen estando disponibles para ayudar a entidades privadas. Sin embargo seguimos viendo a empresas reducir empleo, reducir sueldos y no invertir en más actividad, vemos bancos depositar sus saldos en el Banco Central Europeo (BCE), conservar su capital y pagar sus sueldos millonarios, pero no les vemos abrir el grifo de los préstamos y vemos a accionistas beneficiarse de la salvación de sus empresas con dinero público, disfrutando de sus capitales y, con las subidas de las bolsas, viendo sus patrimonios subir y subir.
Ahora vemos lo que está pasando en Chipre, del cual se ha hablado mucho en estas páginas, y vemos los gritos y las protestas, tanto dentro como fuera. ¿Cómo es que se ha pedido a los depositantes hacer un esfuerzo como condición para recibir ayudas para el país? Pues la respuesta correcta es que ya era hora que pensemos en pedir a los que tienen dinero a colaborar en la solución.
La propuesta vista en Chipre de exigir un pago de una parte de cada depósito, con los saldos que superen los 100.000 euros pagando una tasa del 9,99% y los inferiores a 100.000 euros un 6,75% sigue el camino normal de los políticos, de todos los colores y países, donde toman una buena idea y la perjudican por su falta de rigor.
En estas páginas hablamos mucho de que los fondos de garantía de depósitos de los países son una buena idea para asegurar que los ciudadanos con depósitos no se asusten, que no empiecen a cuestionar la solvencia de los bancos y que formen cola para retirar sus depósitos de los bancos, un evento que aseguraría la caída de los bancos.
Por otra parte, hemos dicho que estas garantías de depósitos deben tener límites, ya que el objetivo es proteger a los pequeños ahoradores, los que menos experiencia y conocimiento tienen sobre lo que está pasando, es decir, la gran mayoría de las cuentas aunque la minoría de los saldos totales. La idea de los fondos de garantía de depósitos no es proteger a los grandes ahorradores que deberían saber lo que hacen con sus carteras de inversiones y, si no lo saben, el resto de los ciudadanos, que, al final, somos los que respaldamos estas garanteías con nuestros bolsillos, no tenemos por qué estar ahí para salvarles.
Que los depositantes de los bancos en Chipre participen de forma especial en las necesidades de Chipre, colaborando con las ayudas provenientes de Europa, me parece muy buena idea. No obstante, la idea se debe aplicar de forma inteligente, demasiado pedir de los políticos.
Que cargen una tasa del 9,99% a depósitos por encima de 100.000 euros me parece muy buena idea, siempre y cuando se protejan los depósitos inferiores a 100.000 euros a través del fondo de garantía de depósitos. Así se protege a los pequeños y se hace a los grandes ayudar a la situación, a devolver algo de lo que mucho que han recibido.
Como consecuencia del rechazo que hemos visto del parlamento de Chipre, están buscando en otras partes. No sorprende que el presidente de Chipre viaje a Rusia pidiendo ayuda, con la fuerte presencia de los rusos en Chipre, fisicamente y con sus depósitos. Se estima que más de $27,000 millones de dinero ruso ha entrado ilegalmente a los bancos de Chipre, confirmando otro de los problemas identificado por Europa, su estado como paraíso fiscal, que también hemos criticado en estas páginas. Con sus recursos energéticos y con su situación física, Chipre ofrece un lugar atractivo para una base militar y la ayuda rusa sería entendible.
Que los grandes depositantes ayuden al rescate y, especialmente, si son dineros negros o grises, no sólo no es malo, como se está diciendo, pero es muy bueno. Un palo a un paraíso fiscal tampoco me parece malo, ¿o es que criticamos a los paraísos fiscales en teoría pero nos molesta cuando se intenta hacer algo?
El gobierno de Chipre ahora está pensando en otras alternativas y se ha hablado de la nacionalización de las pensiones privadas. Es decir, no quieren imponer impuestos a los que tienen depósitos pero parece que no demuestran la misma sensibilidad a los que han ahorrado para pagar sus retiros. ¡Eso si que sería un escándalo!
Espero que no sea la última vez que se pida al sector privado que participe en la recuperación de las economías del cual ellos mismos se benefician directamente y mucho. La reacción a las medidas del gobierno de Chipre, aunque no lo hicieron muy bien, no es buen presagio.
En El Blog Salmón | Corralito en Chipre Imagen | Leonid Mamchenkov