Las grandes compañías tecnológicas chinas mueven de nuevo ficha en el negocio de la distribución de la música online. Los dos titanes del comercio electrónico, Tencent y Alibaba, han llevado a cabo en los últimos meses acuerdos con grandes tenedores de derechos de canciones.
Por un lado se trata de un movimiento por el que completar la oferta de entretenimiento y cultural de grandes compañías que van más allá del comercio electrónico de productos físicos puro y duro. Por otro, es un intento por frenar la piratería en China. En 2013, según Financial Times, apenas el 1% de los ingresos globales de música online y en streaming se dan en China.
El primer destacado actor que llevó a cabo un movimiento en el sector fue Baidu, el buscador chino. En 2011. Alcanzó un acuerdo con una 'joint venture' formada por tres grandes discográficas (Universal, Warner y Sony BMG) por la que ofrecería más de 500.000 canciones en sus servidores a través de streaming en su propia plataforma de música (la compañía pagaba una comisión por cada vez que era descargada o reproducida). Con una contraprestación: debía cerrar el acceso a una gran cantidad de música pirateada.
A finales del pasado año, Tencent, dueño de la aplicación de mensajería Wechat, cerraba un acuerdo con Warner Music. Un acuerdo del que no se dieron las cifras concretas de canciones a las que se podría acceder, ni los términos económicos del mismo. En aquel momento, TechCrunch ya alertaba de los riesgos para rentabilizar este contenido.
Y ayer mismo el que se subió al carro fue Alibaba. Acuerdo con BMG, que le dará acceso a más de 2,5 millones de canciones. Estarán disponibles en los servicios de streaming que está en manos de la compañía.
Pese a los movimientos, se trata de un reto más que importante. La piratería también está extendida en el mercado chino. Hacer suficientemente accesible y atractiva la oferta para que el usuario acabe por utilizar estos servicios es el objetivo fundamental. ¿Les suena?
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