Ayer conocimos las conclusiones de un informe de la OCDE que pone el dedo en una dolorosa yaga de nuestro país: la situación laboral de sus jóvenes. Dichas conclusiones deberían sonrojar a nuestra clase política al completo. Sin embargo, ¿han tenido alguna reacción públicamente que nos haga pensar que tienen previsto un plan de choque con el que acabar con esta situación?
La OCDE avisa, por ejemplo, de que el salario de los jóvenes españoles ha pasado de 1.210 euros en 2008 a 890 euros en 2013, esto es, una caída del 35 %. Además, advierten de que los jóvenes españoles tardan hasta seis años en encontrar un empleo indefinido, frente a los dos años que necesitan, por ejemplo, en Dinamarca.
Imagino que a estas alturas de la película ya nadie se echa las manos a la cabeza leyendo cosas como estas. Con una tasa de paro juvenil del 52,4 %, el joven que trabaja es un privilegiado. ¿Qué más da que el 22 % de estos tengan un empleo a tiempo parcial que no les gusta cuando el promedio de la OCDE es del 4 %?
Ya en una ocasión comentamos que en nuestro país tenemos el cóctel perfecto para generar desempleo juvenil: si a una formación académica poco accesible, cara e ineficaz a efectos prácticos le unimos la falta de apoyo que reciben los jóvenes para encontrar empleo o la falta de coordinación entre instituciones académicas y empresas, ¿qué tenemos?
Está claro que España no es país para jóvenes. Nuestros gobernantes no van a hacer absolutamente nada para solucionar este problema. Lamentablemente, mucho me temo que han tirado la toalla.
En El Blog Salmón | ¿Por qué los jóvenes españoles no encuentran empleo?
Imagen | Angelo González