Los lectores de más tiempo saben que hace tiempo he criticado el gran despilfarro que han sido los gastos indiscriminados de los gobiernos en su intento de resolver los problemas que nos trajo la crisis que hemos estado viviendo. Algunos dijimos desde el principio que estos gastos indiscriminados servirían para aumentar de forma dramática los déficits públicos y las deudas estatales, exactamente lo que ha pasado. Algunos también dijimos que era muy probable que volviéramos más o menos al mismo sitio de antes, bueno, con más deuda y más déficit, y aquí estamos otra vez con muchos pidiendo aún más despilfarro. Parece que el fracaso del despilfarro no ha convencido a que este no es el camino a seguir.
Muy especialmente, he criticado las ayudas que ha recibido el sector financiero que, aunque tiene una situación diferente por su presencia en el centro de la economía, es un sector que, en general, ha sido muy mal gestionado con muchos directivos llevando a sus entidades al borde de la quiebra.
Lo que también pedí desde el principio es que, si se va a dar ayudas a quien sea, pues mejor con condiciones y reconociendo que los pueblos están tomando el riesgo empresarial de las empresas ayudadas y de los bancos ayudados y, como consecuencia, el pueblo debería tomar participaciones empresariales a cambio.
Algunos países que han seguido el camino de condicionar sus ayudas se han visto beneficiados con el aumento en el valor de los activos y el capital que tomaron como parte de las ayudas. Estas ayudas causaron que los mercados se calmen e impactaron directamente en el aumento del valor de los activos, financieros y reales.
En Estados Unidos, ya han empezado a vender acciones de Citigroup y devoluciones de préstamos de los que recibieron ayudas y, con estas ventas y devoluciones, han recuperado por lo menos parte de lo desenbolsado. En Reino Unido también siguieron el camino de condicionar algunas de sus ayudas y han estado viendo la posibilidad de realizar capital y de ingresar a las arcas.
Uno de los pasos seguido por el gobierno británico con sus ayudas al banco RBS es que tomaron precauciones y aseguraron sus posiciones en los mercados y, ahora que las cosas están mucho mejor, están en posición de ingresar a través de estas coberturas y, así, reducir el impacto negativo de sus ayudas, de su despilfarro.
Como muchos siguen hablando de la necesidad de continuar el despilfarro, reitero mi demanda de que los accionistas que buscan que los contribuyentes les salven sus empresas, tendrán que dar parte de sus empresas a cambio. Si aceptan el precio, pues se considera, si no aceptan, pues hasta luego.
Vía | BBC News (en inglés)
En El Blog Salmón | Condicionar ayudas trae beneficios después
Imagen | Stuart Pilbrow