Las sucesivas huelgas producidas en el sector petrolero francés han dejado bajo mínimos las reservas petrolíferas del país galo. Un país representativo de las economías occidentales, que una vez más ha mostrado la gran dependencia del 'oro negro'.
Si lo pensamos friamente, no han sido tantos los días para que este acontecimiento derive en un auténtico colapso, que en la realidad se ha conseguido de facto. Bloqueando las plantas petrolíferas francesas, se ha generado el caos en el país, provocando un hecho inaudito, la importación de petróleo en un país de signo exportador, y principal 'vendedor' de productos de la gama diesel en el mercado europeo.
Hoy en día se ha escuchado mucho en los medios la gran cantidad de vehículos que se ha conseguido inventar dependientes de otras fuentes de energía no contaminantes, o al menos no tan perjudiciales para el medio ambiente. Pero la brecha entre la realidad y el deseo sigue siendo demasiado grande.
Aunque a largo plazo se conseguirá el abandono paulatino de esta fuente de energía, a corto plazo se están produciendo tensiones en la demanda de petróleo por el tirón de las economías en vías de desarrollo sobre la demanda mundial. Economías que no parecen dispuestas a limitar su crecimiento explosivo para cumplir con la sostenibilidad.
Queda demostrado que aún en nuestros días los cobustibles fósiles siguen siendo la base de la economía, o al menos, es lo que más daño puede hacerle, no pudiendo evitar sus 'poderosos efectos' ni el mismisimo placaje del gobierno de Sarkozy.
Vía | Reuters En El Blog Salmón | ¿Porqué los sindicatos en Francia tienen más fuerza que en España? Imagen | nestorgalina