Poco antes de que estalló la última crisis de Irlanda, la Comisión Europea (CE) nos dió una estructura de cómo los países europeos tenían que organizarse para estar preparados para controlar mejor los sistemas financieros de sus miembros. En su análisis la CE nos revela (PDF) que, hasta antes de estas últimas ayudas, la suma de las ayudas organizadas por los distintos países europeos para salvar el sistema financiero europeo llega al 30% del Producto Interior Bruto (PIB) combinado de la Unión Europea (UE), con el 13% del PIB ya utilizado. ¡El 13% del PIB de toda la UE ya gastado!
Parte de la nueva estructura propuesta es el establecimiento de una Autoridad de Resolución para velar por el sistema financiero y para intervenir si detecta problemas en una entidad financiera y, también, dar más poder a los reguladores para regular. Todavía estamos esperando que aclaren el papel de esta Autoridad en comparación con el de los bancos centrales y de los reguladores ya existentes, cómo actuarán todos y cómo coordinarán sus actividades. Dicen que darán más poder a los reguladores, aunque no les dan más valentía para actuar, ya que se olvidan que los reguladores ya tenían poderes para regular, sólo les faltaba valor para actuar en plena fiesta.
En estas páginas he criticado a los reguladores, desde antes de que estalló la crisis, por su falta de regulación y he descrito su papel como culpables principales en el estallido de la crisis y, aunque les ha costado, también lo han reconocido el FMI, el BCE y la OCDE. Ahora vemos que estamos añadiendo más niveles de reguladores sin claridad de cuál será su función, cómo trabajarán y cómo actuarán frente a los otros reguladores de las entidades financieras. Una gran fórmula para que nadie haga nada.
A pesar de todo lo que estamos viendo con estos pasos europeos, Irlanda y su sistema financiero está en tan estado precario que parece que ha necesitado la intervención las autoridades europeas, con la petición de ayuda por parte del gobierno irlandés el 22 de noviembre de 2010, eso si, tras una fuerte presión de sus colegas europeos. Esta intervención acaba de ser anunciada y resulta ser un paquete financiero muy sustancioso.
Como vemos en la tabla, el paquete acordado el 28 de noviembre de 2010 por la UE y por los gobiernos, es de un respaldo de hasta 85.000 millones de euros, con 67.500 millones de euros de dinero de fuera, dividido entre el Fondo Monetario Internationl (FMI), con un tercio, y los países de la UE, con el resto.
Otros 35.000 millones de euros para los bancos irlandeses, después de que su gobierno haya garantizado su continuidad hace dos años. Siguen ignorando el moral hazard de sus acciones.
Como he comentado en estas páginas, hemos acostumbrado a los bancos a que son demasiado grandes e importantes para fallar y les demostramos que ahí estaremos todos para respaldarles. ¿Donde están las condiciones, donde están las exigencias de que el mercado vea liquidez, donde están las consecuencias para los banqueros que llevaron a sus bancos al borde, donde están las consecuencias para los accionistas que dejaron a sus directivos llevar sus bancos al borde? Suma y sigue.
Tenéis la oportunidad de votar sobre el rescate irlandés en nuestra Encuesta de esta semana.
Vía | El País
En El Blog Salmón | Plan de rescate de Irlanda: 85.000 millones de euros que no podrá devolver y Austeridad irlandesa, incluye bajar el salario mínimo