El mes de agosto llega a su fin, y tras él, el fin de la época estival. Con ello, la actividad habitual se reanuda, y también vuelve a la carga el personal del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
Pero claro, para ‘romper la monotonía’, los ayuntamientos correspondientes les han ‘mejorado’ su convenio colectivo, que venía sin revisarse desde el mes de marzo de 2006, buscando con ello una mayor eficacia de estos a la hora de poner multas, incentivando a aquellos que sean más productivos para ayudarles a salvar unas cuentas de las haciendas locales cada vez más famélicas.
En la ‘actualización’ de su convenio colectivo publicada el pasado domingo en el BOE, se aprueba una subida salarial de 2.300 euros anuales. A mi entender, es un regalo en toda regla para unos señores que tienen una jornada laboral de 1.731 horas (lo que supondría 5 horas diarias, si trabajasen todos los días).
Como si se tratase de unos auténticos mercenarios a las órdenes de un poderoso capataz como la administración local, se quiere evitar que estos trabajadores hagan la vista gorda para no mermar los importantes ingresos que se derivan de las multas que se les imponen a aquellos que no cumplen la normativa de regulación del estacionamiento.
Este ‘regalito’ para este colectivo es pan para hoy y hambre para mañana. Porque ahora estarán eufóricos, pero cuando se les acabe su particular euforia volverán a la carga con nuevos paros y reivindicaciones.
Y además los incentivos marcados, consisten en extrangular todavía más a los conductores, que no olvidemos que son contribuyentes, y que por una via o por otra, cada vez notan una mayor presión fiscal, para corregir los errores de la clase política.
Vía | Expansión
En El Blog Salmón | Primer embargo a un alcalde por las deudas del ayuntamiento
Imagen | daquellamanera