Casi un millón de euros han regalado los contribuyentes españoles al fisco el pasado año 2004. Esta cifra viene de los 38.175 contribuyentes que tomaron la "acertada" decisión de renunciar a su devolución del IRPF. Con estas renuncias, la Agencia Tributaria se embolsó un total de 980.000 euros, algo más de 163 millones de pesetas. Cada uno de estos contribuyentes renunció a una media de cerca de 26 euros.
Aunque Hacienda desconoce las razones por las que estos contribuyentes renunciaron a su devolución, todo parece indicar que en la mayoría de los casos se debió a que las cantidades a devolver eran muy pequeñas, o incluso por olvidos y/o descuidos.
Otras posibles razones es que el contribuyente no disponga de una cuenta corriente donde ingresar la devolución, como puede ser el caso de menores que hayan tenido algún rendimiento de capital.
Además, en la campaña del IRPF del año pasado se entregaron 89.000 declaraciones negativas y otras, entre las que se incluyen las que resultaron cuota cero, cuando la cuota está totalmente ajustada, y las que aritméticamente salen a devolver, pero que no han tenido ninguna retención ni ingreso a cuenta, por lo que no hay nada que devolver.