Hace tiempo hablamos de que, cuando nos viene encima un problema, a muchos nos gusta que el gobierno (es decir todos nosotros) esté ahí listo y dispuesto para ayudar, lo que llamo la nacionalización de los seguros.
El problema es que algunos riesgos al que uno está expuesto tienen cobertura en el mercado y no tiene el gobierno por qué actuar como asegurador final o, incluso, inicial.
Si hay cobertura privada, ¿no debe ser una decisión personal si cubrirse con seguro o no, y si no, aceptar las pérdidas?
Con el reciente apagón en Barcelona, se oyó inicialmente los reclamos de apoyo gubernamental pero pronto se quedó en que era responsabilidad de las empresas y que estas tenían sus coberturas y parece que se queda en el mercado privado.
Ahora se está hablando de ayudas del gobierno por los incendios en Canarias.
Yo no vivo cerca de un bosque, que debe ser muy bonito y muy saludable. Uno de los riesgos predecibles de vivir cercano a un bosque es que haya incendio y que esto me impacte. ¿No son estos riesgos predecibles y, como hay coberturas contra incendios, no debe ser un problema del mercado privado?
Hay otras situaciones más exóticos pero también potencialmente predecibles como, por ejemplo, el reciente caso de los ataques terroristas en Yemen.
Yemen no está en la lista como uno de los países más peligrosos por nada y, si a un turista le apetece esta clase de turismo, ¿no debe tener coberturas que le protegen si algo malo pasa, incluyendo para su repatriación?
En el momento de los acontecimientos, estas cosas no gustan que se digan pero, si el estilo de vida o las actividades de algunos implica gastos, todos estos deben ser cubiertos por los que los generan.
Vía | eitb24 En El Blog Salmón | La nacionalización de los seguros y No debemos siempre reconstruir