La reciente reducción del rating de Standard and Poor’s (S&P) de la deuda estadounidense, bajando de de AAA a AA+, comentado hace poco en estas páginas, es la primera vez que ese país ha perdido su rating máxima y ha puesto nerviosos a los mercados financieros y parece que ha puesto aún más nerviosos a los polícos del mundo.
No nos debe sorprender que el Secretario del Tesoro estadounidense haya criticado la decisión de S&P y tampoco debe sorprender oír al presidente Obama decir que no le importa lo que dice S&P, que la deuda estadounidense es AAA y siempre será AAA, ya que siempre pagarán sus deudas. Suele ser común que los políticos critican a las empresas de rating, pero suele ser cuando les dan malas noticias, es decir, cuando les bajan sus rating.
Como ya he mencionado, hay tres grandes empresas de rating históricas, S&P, Moody’s y Fitch y, de estas tres, sólo S&P ha bajado sus ratings, aunque las otras dos han advertido que, para eliminar cualquier preocupación, quieren ver mejoras en las cuentas estatales o con medidas fiscales que mejoren el déficit público y la alta y creciente deuda o con más crecimiento en el país, que mejorará los dos de estos elementos económicos. La agencia de rating china, Dagong, también ha reducido su rating de la deuda estadounidense, comenzando el año pasado aunque, siendo un brazo del gobierno de China, muchos cuestionan su independencia.
El otro día describí las razones que llevaron a S&P a su decisión de reducción de rating estadounidense y vemos ahora que Moody’s nos da sus explicaciones de por qué ellos no han decidido seguir el camino de S&P. Las razones principales resumidas que nos dan para mantener su rating son las siguentes:
- La incomparable diversidad y tamaño de la economía estadounidense y su largo historial de crecimiento económico basado en los desarrollos demográficos y de productividad. Incluso demostrando debilidades en el corto plazo piensan que, en el largo plazo las perspectivas se mantienen favorables, comparado con otras economías avanzadas. Estas perspectivas del largo plazo proporcionan una base sólida para los ingresos estatales.
- El papel global del dolar estadounidense, la moneda reserva, que apuntala la continuada demanda de activos denominados en dólares estadounidenses, incluyendo deuda estatal. Este papel global, único de EEUU, puede apoyar niveles más altos de deuda que otros países. Por lo tanto, mientras las comparaciones de ratios de deuda estatal forman parte importante del análisis de rating, el estatus del dolar estadounidense y el mercado de la deuda estatal debe tener esto en cuenta en estas comparaciones. Con el tiempo, el papel del dolar estadounidense puede que sea debilitado pero esta amenaza no es inmediata.
- Relativo a otros grandes países con rating de Aaa, la posición de deuda de EEUU es relativamente alta pero no fuera de línea de las posiciones de estos países. Mientras la tendencia proyectada para la deuda estatal estadounidense es menos favorable sin más medidas de reducción del déficit público, creen que, al final, estas medidas se introducirán. La situación relativa más negativa es reflejada en la perspectiva negativa que se ha asignado.
- Un paso en la dirección correcta se tomó el 2 de agosto con la introducción del Budget Control Act (la legislación para controlar el presupuesto), aunque por sí mismo no producirá todas las medidas de reducción de presupuesto estatal necesarias para dar marcha atrás a la trayectoria alcista de la deuda estatal. Aunque el proceso político ha sido bastante más contencioso en los últimos meses que lo que ha sido lo normal en el pasado, no obstante se llegó a un acuerdo. Esperan ver más medidas fiscales con el paso del tiempo, aunque acompañado con un fuerte debate sobre los detalles.
Por lo que vemos en los razonamientos, parece que Moody’s tardará mucho en considerar reducir su rating de la deuda estadounidense. Ya veremos qué pasa.
Vía | Economix (en inglés)
En El Blog Salmón | S&P explica por qué los EEUU pierde su AAA