En las películas en las que no existe la munición infinita siempre hay alguien al que se le acaban las balas. A veces es el malo, al que entonces sabemos que le quedan cinco segundos para morir. A veces es el bueno, en ese caso sabemos que le quedan cinco segundos para ser secuestrado y llevado ante el gran jefe con el que se enfrenta en una batalla épica. No obstante supongo que estar en un tiroteo y ver que tus balas se han agotado debe de ser una de las sensaciones más angustiosas que uno se pueda imaginar. Como el enemigo tenga un par de balas más y buena puntería todo se ha acabado.
En este caso el Sheriff de nuestra economía, Pedro Solbes acaba de reconocer que no le quedan más balas. Se ha utilizado todo el margen de estabilidad del que la economía disponía. Ahora queda esperar que las acciones del gobierno tengan éxito.
En la entrevista (bastante recomendable de leer por cierto) se mencionan un par de cosas por parte del señor ministro que me ha gustado oír. La primera es que no es partidario de las prejubilaciones. Es algo normal puesto que la población envejece y muchos prejubilados le acaban costando a la seguridad social. Aparte está el tema que cuando se realizan prejubilaciones las empresas acaban perdiendo a sus trabajadores más experimentados, muchos de los cuales han lidiado con los malos tiempos.
La segunda afirmación de la entrevista ha sido la negativa de usar el fondo de reserva de las pensiones para seguir con la crisis. El fondo de reserva de las pensiones está para garantizar las pensiones de gente que no puede trabajar.
No obstante me sigue preocupando el cargador vacío. ¿Qué vamos a mientras si el malo de la peli todavía tiene aunque sea una sola bala en la recámara?