Las universidades españolas en general, y las facultades de economía en particular, están a rebosar de estudiantes asiáticos procedentes de “la fábrica del mundo”. En concreto, hay 5.500 estudiantes chinos matriculados en carreras universitarias en nuestro país, la mayoría de ellos en facultades de economía y escuelas de negocios, lo que supone un incremento del 1.100% con respecto al año 2003, casi nada.
La cultura de esfuerzo de los chinos ha llegado a España para quedarse. Todo comenzó con la apertura de restaurantes chinos a lo largo y ancho del país en la década de los 70, a los que le siguieron los exitosos bazares del “todo a cien” y continuará con un nuevo perfil de empresario asiático, formado y cualificado. La intención de estos estudiantes no es licenciarse y volver a China, sino desarrollar carrera en nuestro país y abrir sus propios negocios. El INE calcula que en 2011 había 166.000 chinos residentes en España.
Los estudiantes chinos se sientan en la primera fila, nunca se saltan clases, preguntan mucho, son estudiosos, responsables y unos genios en matemáticas. En lo único en lo que suspenden es en la integración con el resto de estudiantes españoles. De hecho, este suspenso podría incluso extenderse a su integración a nivel nacional. Posiblemente el idioma sea el culpable de que los inmigrantes chinos se unan en grupos compactos, muy cerrados y sean unos totales desconocidos para los españoles.
Tan cerrada es la comunidad china que a la hora de montar negocios no recurre a bancos, sino que se financia con la ayuda económica de su propio pueblo. Si un chino quiere montar un local le pide dinero a la gente de su pueblo y cuando reúne una cantidad suficiente, crea la empresa. Posteriormente, cuando el negocio comience a dar sus frutos él devolverá con pulcra religiosidad el dinero prestado a sus vecinos. Esta solidaridad colectiva es la que ha favorecido la espiral de crecimiento de negocios chinos en nuestro país.
El tiempo nos dirá hasta qué punto estos futuros empresarios chinos serán capaces de levantar la economía española. Personalmente, dudo que adapten su filosofía al modelo de negocios europeo. Más bien, continuarán con ese modelo que tan buenos resultados les está dando: creación de empresas chinas, con trabajadores chinos y en las que se venden productos fabricados en la propia China.
En El Blog Salmón | El modelo parasitario chino en las economías mundiales, Primera manifestación de empresarios chinos en España, Consideraciones sobre la competencia china
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