Pedroche tiene revolucionados a muchos podólogos debido a que en redes sociales explica que usa de forma muy habitual los separadores de dedos, tanto para hacer vida normal como para entrenar. Los podólogos aseguran que esto no puede sustituir su trabajo y básicamente tildan de peligroso que Pedroche recomiende su uso.
Sin embargo hay varias cosas que no encajan en el discurso de los podólogos y que apuntan a que el uso de los separadores es beneficioso. Pedroche asegura que usa estos artilugios en su vida habitual, incluso entrenando y que ha pasado a usar zapatos de horma más ancha para no tener los dedos comprimidos.
La evidencia de la ciencia
Pedroche tiene razón. La vida moderna nos comprime los pies y crea problemas. Hay múltiples estudios que señalan que ir más tiempo descalzo y usar menos zapatos es muy bueno para la salud: no solo se reducen las deformaciones de los pies sino que hay menos lesiones en otras partes del cuerpo.
La solución para la epidemia de problemas de pies que solo se vive en sociedades donde llevamos zapatos la mayor parte el día es clara: movilizar los pies, caminar descalzo o con calzado ancho (por ejemplo barefoot) y separar los dedos para recuperar poco a poco su forma natural.
Y es precisamente lo que ofrece Pedroche. Las críticas de los podólogos no acaban de encajar. Primero dicen que es peligroso que alguien haga cosas distintas sin consultar con un médico, pero ese consejo parece más de un lobby que de alguien realmente preocupado por la salud de la gente: la evidencia está ahí y no les veo criticando duramente a las zapaterías por ofrecer zapatos estrechos o que digan que hay que consultarles antes de comprar calzado.
Lo cierto es que las críticas son muy ligeras y solo acaban diciendo que es mejor soluciones mucho más caras (plantillas) que realmente solo deberían ser necesarias en situaciones muy especiales y no tan generalizadas como ahora se hace. Y por otro lado las críticas acaban mencionando el precio de algunos separadores que ofrecen algunos influencers como Rubens. Pero incluso el precio de los separadores más caros son mucho más baratos que las soluciones que ofrecen los podólogos.
Al final hay podólogos que criticando a Pedroche acaban dándole la razón, diciendo que no hay soluciones mágicas y que se necesita "cambiar de hábitos, usar calzado adecuado, entrenar el pie..". Justo lo que dice Pedroche. Y también usar "hormas más anchas, prescindir de zapatos acabados en punta y, a la hora de comprar calzado, dejar mínimo medio centímetro entre el talón y el zapato". Es decir, usar calzado barefoot o similar.