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Hace años que hablo en estas páginas de que las políticas económicas necesarias deben enfocarse en el lado de la oferta y no de la demanda. Siempre que lo he escrito he recibido críticas de los comentaristas cuestionando que, en estos momentos de falta de demanda, cómo se puede pensar en otra cosa que no sea la demanda.
Pues por fin parece que alguien ha recordado de la parte de la oferta y no de la demanda y ese alguien es Olivier Blanchard, Consejero Económico y Director del Departamento de Investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI), y eso que sólo ha visto la luz ahora que están viendo que la demanda ha vuelto, aunque de forma bastante moderada.
Ahora están hablando del crecimiento potencial y cómo mejor aumentarlo. El crecimiento potencial es el límite de velocidad en el cual una economía puede andar, el nivel de capacidad productiva que la economía tiene.
Esta capacidad productiva está directamente impactada por la falta de competitividad y por las rigideces que sufre una economía. Esta capacidad productiva puede ser mejorada con la introducción de medidas que la incentiva, que eliminan los obstáculos a la eficiencia y a la productividad, que no obstaculizan la creación de empresas y que permiten la creación de oportunidades para el sector privado a ofrecer más puestos de trabajo.
Por eso hablamos tanto en estas páginas de estudios como el Doing Business, del Banco Mundial, que analiza los obstáculos que entorpecen llegar a la capacidad productiva y a ampliar la capacidad productiva.
Profesor Blanchard ahora piensa que esta capacidad es importante, algo es algo, y resalta tres elementos:
- Destaca que la capacidad productiva en los países desarrollados es muy baja y que esto hace difícil el ajuste presupuestario que se está necesitando. Lástima que no vieron esto antes, cuando ignoraban el primero mientras pedían lo segundo.
- Dice que hay evidencia que la capacidad productiva en los países emergentes ha bajado. El crecimiento más moderado de China no es tan malo, ya que es resultado de un crecimiento cada vez más equilibrado, sin embargo que en otros países emergentes están muy necesitados de reformas estructurales para mejorar sus resultados.
- Mediante se reduce los efectos permiciosos de la crisis financiera, se verá otra tendencia, que es la creciente desigualdad. Dice que, como pensaban que las desigualdad no tenían repercusiones macroeconómicas, no se preocupaban de ello. Ahora parece que les está preocupando.
Esa obsesión hacia la macroeconomía les ha hecho ignorar los muchos sufrimientos que se han visto. Un ejemplo es la tan alardeada 'reforma laboral' en España que se enfocó exclusivamente en la reducción de sueldos, en hacer el despido más fácil y en la eliminación de muchos derechos de los trabajadores. Como si una economía con 26% de desempleo y casi todos con sueldos mileuristas o menos, lo que necesita son menores sueldos y más fácil despido.
Yo siempre he dicho que los gobiernos se deberían preocupar sólo del lado de la oferta y la demanda se cuidará ella misma cuando se mejore la inversión, la productividad, la actividad económica, la creación de empleo y la subida de sueldos.
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