La Generalitat de Cataluña está buscando cómo financiar la construcción de la línea 9 del Metro de Barcelona. El presupuesto ha disparado de €2.500 millones a €6.000 millones y parece que no tienen los fondos fácilmente disponibles.
Veo que están pensando en formas creativas para financiarlo, incluyendo el alquiler de las 53 estaciones de la línea.
Alquilar las estaciones implica que las empresas ganadoras gestionarán los espacios libres de las estaciones con la posibilidad de incorporar bares, tiendas, quioscos y otros servicios de interés para los clientes.
Me parece muy bien que busquen formas alternativas de financiar sus obras públicas. La forma actual es que lo saquen de los bolsillos de los contribuyentes.
Esta nueva forma tiene dos ventajas. Primero, ayuda a financiar las obras sin más impuestos y, segundo, ofrece más servicios a los clientes que utilizan los servicios de esa línea y pasan por esas estaciones. Deberían hacer esto siempre, no sólo cuando les falta dinero.
No he oído de que han pensando en subastar el nombre de la estación pero por qué no eso también.
Vía | El Economista