Mucho se está hablando del tratado de libre comercio de la UE con EEUU, cuyo nombre oficial es Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP). Como todo acuerdo de libre comercio, este debe firmarse si ambas partes son economías al mismo nivel de desarrollo para no perjudicar a una de las partes, supuesto que se cumple en este caso.
Por tanto yo estoy a favor de dicho acuerdo, al contrario que mi compañero Marco Antonio, pero con bastantes salvedades. No vale cualquier acuerdo y hay algunas cosas que no pueden estar sobre la mesa.
Primero, el secretismo que rodea al tratado es inaceptable. Es un acuerdo económico muy importante el proceso debe ser transparente. Es normal que haya algunos temas secretos pero se nos debería explicar a los ciudadanos los avances cada cierto tiempo.
Segundo, hay algunos aspectos del acuerdo que no me parecen razonables. Las normativas de seguridad de la UE es más estricta y por ejemplo se dice que el acuerdo permitiría la entrada de alimentos y cosméticos de EEUU, cuando su normativa es más laxa. No me parece bien, la seguridad por encima de todo.
Lo tercero, se introducen unos sistemas de arbitraje para conflictos entre empresas y los Estados, por encima de los tribunales. Esto no debería estar encima de la mesa, puede perjudicar a los estados más pequeños.
Creo que estas críticas son razonables y no creo que Europa deba darles la espalda. Una cosa es no hacer caso a quien dice que el tratado va en contra de los intereses de Europa y a favor de EEUU (cosa no muy lógica aunque el espionaje de EEUU a Europa a costa del tratado da alas a estas voces) y otra muy distinta es ignorar las críticas razonadas.
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