Según el informe Estadísticas de Hipotecas publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la concesión de hipotecas en nuestro país continúa en caída libre, situación que confirma que ya han quedado para la historia aquellos años de fiebre inmobiliaria durante los cuales el crédito hipotecario fluyó descontrolado por millones de hogares.
En concreto, el número total de hipotecas constituidas sobre vivienda en el mes de junio cayó un 42,2 % respecto a junio de 2012. En tasa mensual, las hipotecas sobre vivienda descendieron un 23,7 %, lo que representa su mayor caída en este mes desde 2009. De esta forma, las viviendas hipotecadas encadenan ya 38 meses de caídas consecutivas. Mientras tanto, el importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas se hundió un 9 % respecto al mismo mes de 2012, hasta situarse en 97.495 euros, ligeramente por encima de los 96.400 euros en los que se situó el pasado mes de mayo.
Por otra parte, la mayor parte de las hipotecas constituidas en junio (91,9 %) utilizaron un tipo de interés variable, siendo el Euribor el tipo de referencia en el 82,7 % de los casos. El tipo de interés medio para las hipotecas constituidas sobre viviendas fue del 4,43 %, un 2 % superior al registrado en junio de 2012 y ligeramente inferior del 4,58 % del mes anterior, tal y como podemos ver en el gráfica.
Llegados a este punto no puedo sino volver a hacer especial énfasis en el hecho de que las nuevas hipotecas que se están concediendo están siendo caras, muy caras. A poco que la situación económica mejore un poco en Europa el Euribor subirá, esto encarecerá notablemente las hipotecas (ya que los diferenciales que utilizan los bancos en la actualidad son altísimos) y millones de personas podrían verse en serios apuros para pagar las mensualidades.
En definitiva, la caída en la concesión de hipotecas se explica por dos razones fundamentales: una por el lado de la demanda (en el contexto económico actual mucha gente no se atreve a hipotecarse) y otra por el de la oferta (sólo se conceden hipotecas a los clientes que cumplen escrupulosamente el perfil que los bancos exigen). Así, la barra libre y el crédito barato para todos ya forma parte de la historia.
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