Un año más, la OCDE ha realizado su estudio denominado "Índice para una Vida Mejor", que permite comparar el bienestar en un total de 38 países basándose en once temas que la propia OCDE considera esenciales para las condiciones de vida materiales y la calidad de vida. Noruega ocupa la primera posición del ranking y España el puesto 19.
Para la realización del ranking, la OCDE considera el bienestar algo multidimensional y que cubre distintos aspectos de la vida, y tiene en cuenta las siguientes variables, a las que de entrada da exactamente el mismo peso en la ponderación:
- Vivienda.
- Ingresos.
- Empleo.
- Comunidad.
- Educación.
- Medio Ambiente.
- Compromiso cívico.
- Salud.
- Satisfacción.
- Seguridad.
- Balance vida-trabajo.
Al aplicar una media ponderada a estos factores, como señalamos más arriba, Noruega se aúpa en la primera posición de la clasificación como el país dónde mejor se vive. Le siguen Australia, Dinamarca, Suiza y Canadá. Mientras tanto, en el lado contrario de la balanza, los países con menor calidad de vida de entre los estudiados son Sudáfrica, México y Turquía.
Podríamos pensar que el problema de esta metodología reside en la ponderación de las variables. La OCDE las valora todas igual y hace una media aritmética. Sin embargo, ¿se debería valorar igual, por ejemplo, el medio ambiente o el sentimiento de comunidad que la vivienda o los ingresos? La forma en la OCDE soluciona esto es permitiéndonos construir nuestro propio índice, como veremos más adelante.
¿Riqueza y bienestar van de la mano?
Aunque la OCDE matiza en el propio informe que "en la vida hay más que las cifras del PIB y las estadísticas económicas", lo cierto es que existe una correlación importante entre PIB per cápita y bienestar, de forma que los países más ricos económicamente, están bien posicionaros en este índice.
Por otra parte, la OCDE manifiesta en el informe que el ciudadano promedio vive mejor ahora que en 2009. En la mayoría de los países de la OCDE el ingreso familiar comenzó a recuperarse en relación a los niveles alcanzados durante la crisis. Sin embargo, los avances en otras áreas, como el desempleo de largo plazo, fueron menores.
Como ejemplo de esto, países como Grecia, Portugal, Italia y España siguen afectados por un alto desempleo y una menor remuneración, lo que les perjudica claramente en el ranking. España, como veremos a continuación, suspende en las variables que podríamos considerar económicas.
El caso de España
Nuestro país se sitúa por encima del promedio en las siguientes variables: balance vida-trabajo, vivienda, estado de la salud, sentido de la comunidad y seguridad personal. Por contra, estamos debajo de la media en ingresos, compromiso cívico, medio ambiente, educación y empleo.
Algunos datos importantes sobre nuestro país que nos muestra el informe son los siguientes:
- El ingreso familiar disponible neto ajustado promedio per cápita es de 22.007 dólares al año, cifra menor que el promedio de la OCDE de 29.016 dólares anuales.
- Alrededor del 57% de las personas de 15 a 64 años de edad en España tienen un empleo remunerado, cifra menor que el promedio de la OCDE, que es el 66%.
- El 57% de los adultos de 25 a 64 años han terminado la educación media superior, cifra mucho menor que el promedio de la OCDE, el 76%.
- La esperanza de vida al nacer es de 83 años, tres años más que el promedio de la OCDE, que es 80 años, y una de las tasas más altas en la Organización.
- Hay un fuerte sentido de comunidad y moderados niveles de compromiso cívico: el 96% de las personas creen conocer a alguien en quien pueden confiar cuando lo necesiten, cifra mayor que el promedio de la OCDE, el 88%.
Para concluir el informe señala que por lo general los españoles están prácticamente igual de satisfechos con su vida que el promedio de la OCDE. En una escala del 0 al 10 España tendría un 6,4, según la autocalificación de los propios españoles. El promedio de la OCDE es del 6,5. La diferencia no es significativa.
Si no te gusta este ranking, tenemos otro
En el informe, la OCDE matiza que ellos no hacen una clasificación de los países, sino que el índice está realizado con la finalidad de que seamos los usuarios los que ponderemos cada una de las once variables analizadas de la forma que queramos, de forma que los resultados serán diferentes en función de qué valor otorguemos a cada factor.
Así, por ejemplo, si consideramos que los ingresos deberían ponderarse más que el medio ambiente, la herramienta nos permite asignar ponderaciones diferentes a estas variables y nos muestra un ranking en función de los valores que hayamos asignado a cada factor.
En el caso de nuestro país, si valoramos más la seguridad o la comunidad, ganamos posiciones en la clasificación. Sin embargo, si damos más valoración a variables económicas como los ingresos, el empleo o la vivienda, perdemos posiciones y nos hundimos en el ranking.
Además de esto, la OCDE anima a la gente a realizar una lista personalizada y a remitírsela a modo de encuesta, ofreciendo incluso la posibilidad de cambiar las variables proponiendo otras diferentes si se considera necesario. El objetivo es mejorar este índice en ediciones posteriores.
Imagen | Anvica