Eurostat, la oficina estadística comunitaria, ha presentado hoy los datos finales de déficit público correspondientes a 2012 de los países de la Unión Europea y como no podía ser de otra forma, España se sitúa a la cabeza de la lista con un déficit final durante el pasado año del 10,6 % del PIB, incluyendo las ayudas a la banca (6,9 % si se excluyen).
Grecia (9 %), Irlanda (8,2 %), Portugal y Chipre (ambos con un 6,4 %) son los siguientes en la lista de países con más déficit del continente europeo. En el otro lado de la balanza, los Estados con menor déficit fueron Estonia y Suecia (0,2 %), Luxemburgo (0,6 %) y Bulgaria (0,8 %). A nivel global, en el conjunto de la eurozona, el nivel de déficit público bajó del 4,2 % del PIB en 2011 al 3,7 % en 2012. En la Unión Europea, mientras tanto, este se redujo desde el 4,4 % hasta el 3,9 %. Además, Eurostat confirma que 11 de los 17 países del euro siguen por encima del límite del 3 % dictaminado por Bruselas.
Volviendo al caso español, las previsiones del Gobierno apuntan a que este año el déficit se reducirá hasta el 6,8 % (excluyendo las ayudas a la banca), cuando el objetivo pactado con Bruselas era, no lo olvidemos, del 6,5 %. ¿Una mala noticia? En mi opinión, a medias. Como ya hemos defendido en otras ocasiones, no hay que tener prisas en reducir el déficit. Ni Roma se hizo en un día ni nuestro país conseguirá resolver el desequilibrio de sus cuentas públicas con prisas.
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