Después de dos años con la inflación por debajo del objetivo fijado por el BCE del 2%, hemos vuelto a llegar a estos niveles en el mes de septiembre, según el indicador IPCA adelantado del INE. El motivo de este repunte es principalmente el aumento del coste de los carburantes y lubricantes.
Esto no quiere decir que los precios estén aumentando cada vez más, de hecho desde que comenzó la crisis los precios se han moderado mucho, pero sí es cierto que el inicio de la crisis coincidió con un descenso muy brusco de los precios del petróleo, que luego volvieron a valores más altos (aunque no pre-crisis) y las comparaciones con el año anterior siempre tienen fluctuaciones.
Así el año pasado teníamos inflación negativa, principalmente por la variación de los precios del petróleo, y este año hemos entrado en positivo, llegando incluso este mes al 2%, a pesar de que los precios en general siguen bastante estables.
La pregunta que nos podemos plantear ahora es si en el resto del mundo empieza a haber una recuperación económica (de España mejor no hablar), ¿qué pasará con todo el dinero que se inyectó en los mercados? ¿Generará inflación y habrá que subir los tipos o se irá a generar nuevas burbujas de activos? Aunque siempre hay quien piensa que hablar de inflación cuando todavía no hemos salido de la crisis es muy prematuro.
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