No han dejado de sorprenderme las palabras del premier chino, Wen Jiabao, en la entrevista publicada hace unos día por Financial Times, tras su paso por Londres y sus citas con Tony Blair, Gordon Brown y su discurso e la Universidad de Oxford: “La confianza es más importante que el oro y los diamantes”. Jiabao, seguramente se hallaba feliz de estar en la tierra del autor del libro que siempre lo acompaña: La teoría de los sentimientos morales, publicado por Adam Smith un año antes de La riqueza de las naciones (1776).
Smith, el gran revolucionario del siglo 18, estableció las bases morales que deberían regir a las sociedades y a las economías de mercado. Y Jiabao, como buen lector, hace el resumen:
“Smith escribió que si en una sociedad toda la riqueza está concentrada y es propiedad de un pequeño número de personas, no puede haber estabilidad: tarde o temprano se produce el colapso”
Es interesante que estas reflexiones vengan del lado de donde uno menos se lo espera, cuando en verdad, así deberían hablar los líderes occidentales para restablecer la confianza en un sistema que se ha desplomado por completo. Para nuestros líderes actuales, el oro es lo más importante y resuelve, por sí solo, todos los problemas. Y ese no es liderazgo que requiere nuestro mundo actual donde hace falta sabiduría, conocimiento, visión de futuro. Es imposible un futuro con líderes débiles, que aumentan la incertidumbre a sus anchas en vez de apaciguarla, por no conocer la historia.
Jiabao no tiene la bola de cristal. Pero dimensiona plenamente el problema y sabe lo que podría significar para China una caída en su producción por debajo del 8%. El 8 es el número cabalístico de los chinos. Y si China ha crecido al 12% y al 13% en los últimos 20 años, una caída por debajo del 8% es sinónimo de recesión, de crisis aguda. China necesita crecer a un mínimo del 9% para acoger a esa población de 30 millones de personas que se incorporan anualmente a la fuerza de trabajo.
En esto, el Premier chino manifiesta confianza. El plan de estímulo de su gobierno cercano a los 570 mil millones de dólares, asume el 5% del PIB, dejando a los privados la tarea de alcanzar el 3% faltante. Las perspectivas no han sido muy favorables producto de la fuerte desaceleración (verdadera caída en picado) de la economía mundial, que ha significado que miles de fabricantes chinos se han ido a la quiebra. Pero Jiabao, al igual que Obama, señala:
“Debemos tomar medidas enérgicas. Circunstancias extraordiarias, requieren medidas extraordinarias. Nosotros no nos dejaremos llevar por las convenciones. El éxito o el fracaso depende de la intensidad y el ritmo de dichas medidas.”
Es un ejemplo a seguir, el de este singular lector de Adam Smith.
Fuente | Financial Times
El Blog Salmón | China, el gigante también sufre
Imagen | Flickr Joi