Uno de nuestros compañeros de Vida Extra, q256, ha publicado un artículo muy interesante sobre el origen de muchas de las marcas más conocidas. Se trata de un recopilatorio muy amplio, y muy recomendable.
Muchas de las grandes marcas han surgido por casualidad. Isak Andic, el fundador de Mango tenía el local, las autorizaciones, el personal y la mercancía antes de tener la marca. Ya hemos comentado antes que el concepto de negocio es más importante que la marca. Esta lista lo ratifica, aunque el nombre de la marca puede tener su utilidad. Amazon se llama así porque cuando fue fundada los buscadores ordenaban las búsquedas por orden alfabético. Empezar por la letra a les aseguraba los primeros puestos.
Algunas marcas son el fruto del azar, como IKEA, que no son más que siglas. Una marca que nos suena a tecnología avanzada como Nokia, viene de que fue fundada a las orillas del río Nokia. Lois es fruto de un error, se pretendía que fuera Louis. Miko era el nombre del perro del vecino. También hay veces que la marca surge antes que el producto, es el caso de Juan Palomo, o de cierta frase que no voy a repetir.
Queda claro que lo importante de una marca no es la marca en sí, sino los valores que el cliente asocia a la misma.
Aunque un nombre con gancho y corto siempre puede ser una ayuda. ¿Tendría tanto éxito Apple si se llamara Banana? Creo que nunca lo sabremos, aunque si alguno de los lectores ha fundado una empresa llamada Banana Computers SA, le agradecería que nos contara su experiencia.
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Imagen de Robert Brook