Si el sueño de la razón produce monstruos, el sueño de los ejecutivos de marketing, trufado con lecturas sobre pensamiento creativo y marketing de guerrilla da lugar a criaturas abisales. Como mínimo. Me temo que algo así ya ha sucedido en Londres. En el país del fish and chips han mezclado dos elementos clásicos para dar lugar a un arma de marketing terrible. El taxista guerrillero.
Inicialmente partían de la típica campaña que utilizaba a los taxis como soporte para publicitar productos. Se trataba de incluir anuncios gráficos sobre la chapa de los clásicos taxis londinenses. El anunciante era 888.com, uno de los portales de juego y apuestas más destacados de internet. Casi cuatro centenares de taxis londinenses particparon en la misma. Hasta ahí nada nuevo. Pero...
A alguien se le ocurrió ir más alla. Diez taxistas intentarían entablar una conversación con los pasajeros sobre poker. Evidentemente se buscaba recomendar a 888.com. Y si todo iba bien, a quien estuviese realmente interesado, el taxista (o ambassador driver según los chicos de la agencia de marketing, Taxi Promotions) obsequiaba al cliente con cupones descuento para poder participar en una partidita. Casi nada.Y por lo que se ve, tras una decada con estas campañas, a la Agencia le va bien. Han llegado a crear una unidad especializada, señal de que ven negocio.
En el fondo se trata de una estrategia de buzz marketing, de la aplicación del rumor al mundo del marketing. Lo que ocurre es que en mi opinión es demasiado violento, demasiado intrusivo, especialmente cuando se esta asaltando con publicidad no solicitada a alguien que ha pagado por un servicio de transporte. Es como si me soltasen publicidad en una Cadena de TV de pago. De hecho, algunas películas o series, con acciones below the line lo hacen. Me parece vergonzoso. Si quieren meter su publicidad, que me lleven gratis en el taxi.
Claro que seguramente, algún político catalán en Madrid hubiese preferido que le hablasen de poker, y no de otras cosas.
Vía | The Church of Customers
En El Blog Salmón | Zapaterias infantiles: Imaginación y gestión, no subvenciones, Es hora de liberalizar los taxis
Foto | Neovain