El viernes pasado tuve la ocasión de asistir a la presentación para medios online de CatalunyaCaixa la nueva marca de la fusión de las cajas catalanas, CatalunyaCaixa, caja integrada por las antiguas Caixa Catalunya, Terrasa y Manresa. En esta presentación, Cristina Langanika y David Igual, responsables de comunicación de la caja catalana, nos explicaron las principales directrices que va a seguir la nueva caja dentro del mapa financiero y de su visión comercial del futuro.
La fusión de cajas catalanas ha sido una operación compleja, tal y como ya hemos hablado varias veces en el blog pero en esta nueva etapa, me quiero quedar con las siguientes ideas sobre la nueva filosofía de trabajo de la caja: cambios en la estrategia al cliente, gestión de recursos humanos y visión futura del sector.
En esta nueva etapa, se realiza un cambio importante en Recursos Humanos, dado que la valoración de los clientes sobre los empleados de la caja va a determinar una parte del sueldo variable que cobran todos los gestores comerciales. En este sentido, CatalunyaCaixa se dispone también en volver a la banca personal, entiendo este criterio como una mayor libertad de los empleados en la asunción de riesgos en operaciones de activo y mayor libertad para el establecimiento de condiciones mejores en productos de pasivo en función de la vinculación. Obviamente, este sistema establece bonus-malus para operaciones exitosas y fallidas.
Respecto a la reforma de la ley de cajas que se ha aprobado, CatalunyaCaixa aboga por una profesionalización plena de los Consejos de Administración, evitando siempre que sea posible la figua del representante institucional en favor de un gestor ejecutivo y preparado. Narcis Serra, ha sido calificado como un buen presidente en Caixa Catalunya, pero aún no se sabe la composición exacta del nuevo Consejo de Administración ni quién será el futuro presidente de la caja, por lo que esta profesionalización que se espera, debe pasar todavía los filtros políticos necesarios.
Respecto a la exposición inmobiliaria y la política de venta de activos, los responsables de la caja abogan por la transparencia y agilidad en las operaciones de compraventa. Sin ir más lejos, han vendido más de 5.000 viviendas en el último año, con la salvedad que no están dispuestos en asumir pérdidas excesivas en la cartera de inmuebles. La política que piensa mantener la caja es similar a la actual, negociando y con disposición de venta, pero bloqueando a la vez la bajada de precios tan necesaria en muchos activos inmobiliarios muy sobrevalorados.
Respecto al escenario futuro, la capacidad de pago de las nuevas participaciones preferentes que ha asumido el FROB y sobre la propia evolución de la economía, CatalunyaCaixa se muestra optimista y siguen contando con la cartera de participaciones industriales para asumir hipotéticas pérdidas que se originen a corto plazo en el proceso de consolidación de la nueva entidad.
En definitiva, CatalunyaCaixa parte de una estrategia ligeramente renovada, que verá cumplir sus expectativas si consiguen una profesionalización seria de su dirección y logran una estabilización rápida de su cartera inmobiliaria.
Nota: Los gastos del viaje han sido asumidos por CatalunyaCaixa. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
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