Resulta curioso como, visto desde fuera, parece que el trading consista únicamente en la franja horaria que se haya decidido operar. Normalmente, un par de horas diarias como mucho, si estamos hablando de operativa intradía. No estamos preparados para mantener la máxima concentración que se precisa mucho más tiempo que ese, y ya sabes que perder la concentración en este negocio sale muy caro.
Pero nada más lejos de la realidad. La operativa de cada día empieza mucho antes de sentarse frente al mercado dispuesto a tomar operaciones, y suele acabar un rato después de haber decidido detener la operativa por ese día. Y esos espacios del antes y el después de operar son tan importantes o más que la propia operativa. Hoy nos detendremos en el trabajo del trader antes de empezar a operar.
Preparación de estrategia
Normalmente, antes de operar un trader debe preparar a conciencia su estrategia para esa jornada de trading. Cuando llegue la hora de coger el ratón dispuesto a entrar en el mercado en cuanto se den las condiciones oportunas, tenemos que tener clarísima esa estrategia que previamente habremos diseñado en función de la situación del mercado.
Es imprescindible verificar cómo se movieron los mercados la jornada anterior: analizar bien la apertura, estudiar tendencias en rangos temporales superiores, determinar si hubo zonas de precio en las que el precio se mantuvo en un rango lateral, comprobar si se respetaron los soportes y resistencias que tengamos marcados, y marcar nuevos niveles si aplica, etc.
La cantidad de trabajo a hacer en esa fase previa a operar es casi interminable. Eres tú quien debe ponerle un límite, porque a poco que te guste esto, podrías pasarte horas analizando los mercados desde diferentes puntos de vista técnicos, y tampoco se debe caer en una ineficiencia absoluta. Con el tiempo, irás viendo lo realmente importante y qué técnicas te funcionan mejor para cada uno de los mercados.
Determinar las zonas operables
Por ejemplo, en mi caso siempre empiezo determinando la tendencia general del mercado en un gráfico temporal bastante superior, para conocer si estamos actualmente en un impulso o un retroceso sobre esa tendencia. No soy de los que solo cogen movimientos a favor de la tendencia principal, pero sí la tengo en consideración para ser más o menos exigente con mis objetivos.
Después, de manera totalmente obligada, marco los niveles que considero relevantes para la sesión del día. Nunca, absolutamente nunca, empiezo a operar si no tengo esos niveles marcados. Y no sólo me marco los niveles de soporte y resistencia del precio, sino que además me pinto las zonas que considero operables, y en qué dirección me gustaría operarlas.
Si ese trabajo de determinar mis zonas operables del día está hecho a conciencia, ni me molesto durante la operativa en valorar operaciones fuera de ellas. No me interesa lo más mínimo arriesgar en zonas en las que considero más difícil que el precio adopte movimientos direccionales claros.
Y por supuesto, compruebo qué noticias relevantes va a haber durante mis horas de operativa, y me programo alarmas para no estar nunca en el mercado durante esos instantes. Si está a punto de darse una noticia y estoy en una operación, salgo automáticamente de ella vaya como vaya, y si se da una oportunidad de tomar una operación 3 minutos antes de una noticia, no entro. Otro día entraré en detalle en lo que puede pasar durante una noticia relevante, pero los movimientos clásicos que hace el precio a una velocidad de vértigo no entran en mi trading plan.
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