A la hora de hacer trading, es inevitable juzgar cada una de nuestras operaciones como buena o mala. Es una tendencia natural humana clasificar subjetivamente todo lo que sucede a nuestro alrededor, y el trading no podía quedar al margen de ella.
Pero también es muy frecuente acabar cayendo en el error de reducir esta clasificación a considerar como operaciones buenas aquellas operaciones que finalicen con un beneficio, y como malas las que nos supongan una pérdida. Y desde luego, nada puede estar más lejos de la realidad.
Una operación buena no tiene por qué ser necesariamente positiva. Por otra parte, y como es lógico, tampoco una operación mala implica necesariamente haber perdido dinero. Para calificar una operación tenemos que fijarnos única y exclusivamente en su ejecución, y no en el resultado.
El resultado es importante, faltaría más, pero nunca en el ámbito de una única operación aislada. El resultado es importante como balance de un volumen importante de operaciones. En realidad, lo que yo quiero es ganar dinero en un conjunto de 100 operaciones, no ganar dinero con 1 operación. Ganar dinero en una operación es relativamente sencillo. Hacerlo después de haber tomado 100 operaciones, no tanto.
Para lograr ganar dinero después de 100 operaciones, lo realmente importante es la consistencia en la ejecución. Para lograr ganar dinero en una operación, hay muchos factores que pueden entrar en juego, entre ellos, por qué no decirlo, también la suerte. Entonces, como nuestro objetivo debe ser convertirse en traders ganadores a largo plazo, no podemos evaluar las operaciones por su resultado individual, como supongo que es fácil deducir.
Entonces, ¿qué es una operación buena?
Una operación es buena si se ha tomado respondiendo a nuestro trading plan. El trading plan, por si no te suena el término, es un documento en el que especificas todos los detalles de tu trading: horarios, productos, plataforma que usas, broker, con qué órdenes entras, qué stop loss usas, etc. Una de las cosas más importantes que contiene el trading plan es precisamente las condiciones en las que tomarás las operaciones.
Por ejemplo, tu trading plan puede especificar que entrarás en aquellas operaciones en las que el movimiento del precio haya roto una resistencia o soporte relevante en gráfico de 15 minutos con un acompañamiento de volumen relevante (especificando la cantidad según el producto que operes), y que al hacer un movimiento de pullback a esa zona de resistencia o soporte muestre un agotamiento de volumen, demostrando una clara intención de dar continuidad al movimiento de rotura.
Si tomas una operación de ese estilo y el resultado final en esa ocasión es negativo, la operación sigue siendo buena, porque responde exactamente a tu trading plan. Y si está en tu trading plan, es porque sabes que estadísticamente el porcentaje de operaciones de ese estilo que acaban siendo positivas te genera una esperanza matemática positiva. Si no fuera así, ya te encargarías de eliminar la operación de tu trading plan en cuanto detectes la circunstancia.
Lo realmente importante a largo plazo será operar según tus propias reglas, y todas las operaciones que cumplan esas condiciones serán buenas, independientemente del resultado final de cada una de ellas.