El viejo debate sobre la importancia de lo genético o del medio en nuestro comportamiento alcanza todos los niveles. Tras intentar buscar las causas de la criminalidad, del fracaso escolar, etc en uno u otro factor ahora le toca al homo inversor. ¿Estamos determinados por nuestros genes a la hora de invertir? En el WSJ Jason Zweig se lo cuestiona.
Para ello acude a los estudios de los suecos Cronqvist y Siegel. En Suecia, hasta hace poco, el Gobierno tenia información sobre las carteras de inversión de los contribuyentes. Los investigadores cruzaron esta información con un censo de gemelos, buscando comprobar si la mayor similitud genética se correspondía con una mayor similitud en cometer errores similares en la inversión: falta de diversificación, trading excesivo, renuncia a asumir perdidas, efecto halo de los valores calientes o el deseo de volverse rico rápidamente. ¿Conclusión?
Según los suecos había algunos errores de inversión que se explicaban en casi un 50% por el factor genético, por ejemplo la afta de diversificación, lo que resulta francamente sorprendente, y abre un inquietante mundo de posibilidades: ¿encontraremos los genes responsables en un futuro?, ¿estarán interesadas las empresas en dicha información?, ¿podrá ser modificado? Inquietante.
O tal vez no. Aún no he tenido tiempo de leerme a fondo el estudio, pero estoy deseando llegar a ver cómo son capaces de aislar al factor genético del hecho cierto de que dichos gemelos han sido educados en un mismo ambiente, en un mismo entorno, con unos mismo estímulos. De partida se podría hacer comparando los resultados con los de hermanos normales. Claro que aquí podríamos volver a dudar acerca de si se educa igual a unos gemelos que a unos hermanos que nacen en fechas distintas.
A pesar de todo, apasionante.
Vía | Wall Street Journal
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