Cuando se trata de invertir, no encontramos escasez de teorías sobre la vinculación de diversos fenómenos con los resultados finales de la bolsas de valores. Y es que la psicología humana invita a perseguir numerosas estrategias o pautas que se han repetido a lo largo de los años para tratar de adivinar cómo se comportará el mercado.
Toda teoría es un intento de imponer algún tipo de coherencia o marco estable a las millones de decisiones de compra y venta que hacen se ejecutan en el mercado. Si bien es útil conocer estas teorías, también es importante recordar que ninguna teoría unificada puede explicar el mundo financiero por completo.
Antes de repasar las cinco teorías bursátiles, hay que añadir que en la mayoría de ellas el secuencialismo de los eventos y un aspecto de "causa-efecto" más o menos visisble han sido la combinación idónea para su formulación final. Pero son eso teorías y no deberían ser tenidas en cuenta para la decisión final de inversión.
El indicador de los MBA de Harvard
Conocido como el Indicador de los MBA de Harvard, éste evalúa el porcentaje de graduados de MBA de Harvard Business School que aceptan trabajos vinculados al mercado en ámbitos como la banca de inversión, las ventas de valores y trading, el capital privado, capital de riesgo, etc.
En base a este indicador, si más del 35% de los graduados en un año se dirige a trabajos en esas áreas, el Indicador de MBA de Harvard crea una señal de venta para las acciones. Por el contrario, si es menos de 10% de los graduados tomar puestos de trabajo en este sector, que representa una señal de compra a largo plazo para las acciones.
Iniciado y mantenido por el consultor Roy Soifer, el indicador de Harvard dio señales perfectas señales de venta en 1987 y en 2000, que eran los dos años terribles para el mercado de valores. El indicador, un tanto exótico, está destinado a representar señales de largo plazo basado en el atractivo relativo de los empleos de Wall Street.
Actualmente, los jóvenes de Harvard no están acudiendo de nuevo a Wall Street con los números que lo hicieron antes de la crisis financiera. Como se puede ver en el gráfico, sólo el 31% de las estudiantes se dirigia a las finanzas o consultoría en 2014 mientras que en el año 2007 era del 47%.
Los rascacielos y los crash bursátiles
Hay un hecho curioso, cuando la economía de un país destaca por encima del resto, los rascacielos brotan en sus ciudades. Pero paradójicamente, una vez que la construcción de los edificios más altos del mundo está finalizado, se producen crisis económica a gran escala.
El ejemplo más sorprendente, que ya se ha convertido en un clásico, fue el Empire State Building de Nueva York. Los toques finales de esta gran construcción de alta 381 metros se completaron en 1931, coincidiendo con el pico de la Gran Depresión.
En 1972 las Torres gemelas del World Trade Center fueron construidas en Nueva York. La torre norte fue el segundo rascacielos más alto del mundo después de que el Empire State Building. Poco después, en 1973, se desató una fuerte crisis económica por el ascenso del petróleo.
Por su parte, la construcción de las Torres Petronas en Kuala Lumpur coincidió con el pico de la crisis financiera en los mercados asiáticos en 1998.
Hoy en día, el índice de rascacielos está siendo rastreado por el banco de inversión Barclays, y recientemente sus expertos han dado la voz de alarma sobre un posible colapso inminente de la economía mundial.
Según ellos, esta vez la onda de choque puede venir del este, en donde se está construyendo el edificio más alto del mundo. El rascacielos más alto será en la Kingdom Tower en Arabia Saudí (casi un kilómetro de altura), el segundo Sky City en China (838 metros, 10 metros más alto que el Burj Torre Khalifa de Dubai), y en la India, que va a construir el más alto edificio residencial en el mundo (442 metros).
El barómetro de enero
Para los inversores, el mes de enero es sin lugar a dudas uno de los barómetros más utilizados para ver cómo se desarrollará el año. La teoría dice que el movimiento de la bolsa el mes de enero establece la dirección del mercado de valores para el año. Esta pauta fue descubierta por Yale Hirsch en el año 1972.
En términos generales, el barómetro de enero establece que si la bolsa a finales de enero se ha incrementado, los inversores esperaría un año alcista. Por el contrario, si el mes de enero ha cerrado en números rojos, consecuentemente el año cerrará en pérdidas.
En concreto, si el mes de enero tiene un cierre positivo, existen un 77,9% de posibilidades de que la bolsa estadounidense cierre en verde. No obstante, si el mes de enero es bajista, alrededor del 50% de las ocasiones el cierre anual del selectivo estadounidense será negativo.
En otras palabras, cuando el mes de enero es negativo, el barómetro de enero que carece de fiabilidad, un simple “cara o cruz” . Por lo tanto, el poder predictivo del barómetro de enero tiene mayor fiabilidad si el mes de enero es alcista y no bajista.
El indicador de la altura de la falda
Entre las teorías curiosas, seguramente una de las que más destaque es la "altura de la falda". La idea es que el largo de las faldas es un factor predictivo de la dirección del mercado de valores. De acuerdo con la teoría, si las faldas son cortas, significa que los mercados están subiendo. Y si la falda son largas, que significa los mercados se dirigen hacia abajo.
La idea detrás de esta teoría es que las faldas más cortas tienden a aparecer en momentos en que existe una mayor confianza del consumidor y un elevado optimismo, lo que significa que los mercados mantendrán un comportamiento alcista. Por el contrario, la teoría dice que las faldas largas se usan más en tiempos de miedo y pesimismo en general, lo que indica que estaría vinculado a un mercado bajista.
Esta teoría fue elaborada por el economista George Taylor en la década de los años veinte. Por aquel entonces, en los felices años veinte, la moda femenina desembocó a unas faldas más cortas, no obstante tras el crack del 29, las faldas largas fueron la moda que imperó.
Las premisas con las que se le intenta dar validez a esta teoría son dos. Por un lado, el gasto en productos de belleza decrece en los años de crisis lo que justificaría la mayor longitud de la falda. Por otro lado, el sentimiento de un contexto económico de crisis o depresión sería un factor emocional influyente.
A pesar de todo, cuesta encontrarle una validez a día de hoy. La moda actual ofrece multitud de prendas y estilismos para todos los gustos y la falda es un elemento que ha ido perdiendo protagonismo durante los últimos años.
El resultado de la Super Bowl y la bolsa
La Super Bowl, la final anual del campeonato de fútbol americano que enfrentan al campeón de la National Football League (NFL) y el campeón de la American Football League (AFL), no sólo es un espectáculo de masas seguido por el público norteamericano, sino que su resultado ha tenido una elevada correlación con la evolución de la bolsa americana.
En base al conocido como indicador de la Super Bowl, si el vencedor del torneo es vencedor de la NFL, la bolsa americana cerrará en positivo en dicho año. Mientras que, por el contrario si el vencedor de la Super Bowl pertenece a la AFL, el cierre de ese mismo año sería negativo.
Obviamente es un indicador secuencial, sin sentido alguno, ya que no subyace una causa-efecto que motive una vinculación entre ambos parámetros. No obstante, a pesar de ello, lo más interesante es que mantiene una correlación del 82% con el Dow Jones y del 76% con el S&P 500 ya que su resultado se ha vinculado correctamente tras 40 de los 49 partidos de la Super Bowl.
El año pasado, los Patriots de la AFL fueron los vencedores de la Super Bowl y el Dow Jones cayó un 2,23%, tras seis años sin cerrar en negativo. Durante los últimos siete años el indicador se ha mostrado imbatible. La última vez que el indicador perdió "el balón" fue en 2008 con los New York Giants de la NFL pero el mercado se movió a la baja.
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