Hace un par de días escribí un artículo con el título “El problema de las cuentas públicas es un problema generacional“ que se refería a un Estudio (PDF) del Congressional Budget Office (CBO) analizando algunas medidas alternativas para adecuar los presupuestos del Estado y, así, reducir la creciente deuda estatal.
Como parte de este Estudio, también nos dieron un resumen de los impactos negativos cuando los gobiernos mantienen niveles altos de deuda estatal y por qué debemos minimizar estas deudas para conseguir una economía estable, creciente y sostenible. Como dicen, cada vez más deuda tiene consecuencias negativas, para países como también para las familias, y nos resumen las siguientes:
- Reduce la disponibilidad de ahorros para el sector privado que también tiene necesidad de financiación, lo que se llama el crowding out.
- Más deuda resulta en la necesidad de pagar más intereses que reduce los recursos disponibles para otros gastos o para reducir impuestos.
- Más deuda reduce la flexibilidad de hacer frente a gastos inesperados, como los que resultan de las crisis financieras, de recesiones o de guerras. Es decir, limita lo posibilidad de gastar más y de endeudarse más.
- Más deuda incrementa la posibilidad de que el país sufra una crisis financiera con la falta de confianza de los mercados financieros de que el país podrá hacer frente a sus obligaciones. Estamos viendo algo de esto en Europa ultimamente.
No mencionan los siguientes impactos de mantener una deuda alta, que también son consecuencias negativas:
- Más entradas en los mercados financieros de un gobierno no sólo aumenta sus coste de financiación, pero el coste de financiación de las empresas privadas y de los ciudadanos también.
- Más endeudamiento reduce los niveles de ahorros disponibles para el país, para sus empresas y para sus ciudadanos que impactará negativamente el nivel de inversión en el futuro y, como consecuencia, en el crecimiento y en el crecimiento de la productividad.
Es bueno recordar de vez en cuando por qué muchos estamos en contra de tanto despilfarro y de tanta deuda estatal.
Esto es si creemos en la teoría de pagar nuestras deudas. La alternativa puede ser que sigamos los pasos de algunos países que, en el pasado decidieron que no querían pagar las deudas que contrataron. Lo que hicieron es culparon a los mercados financieros internacionales y al sistema capitalista por su explotación como excusa para no pagar las deudas contratadas. La suspensión de sus pagos causó el cierre de los mercados financieros para ese país, para sus empresas y para sus ciudadanos. Menos préstamos y menos inversión. Normal, ¿tu prestarías más o invertirías en un país que acaba de anunciar que no quiere pagar sus deudas? Estos acontecimientos llevaron a sus pueblos al camino a la pobreza.
Tarde o temprano volvieron a estos mercados financieros y buscaron solucionar su situación llegando a acuerdos para pagar, eso si, el mínimo posible, para así volver otra vez al tiovivo de despilfarro y de buscar a otros que lo paguen.
En El Blog Salmón | El problema de las cuentas públicas es un problema generacional
Imagen | blatantnews