Ya hemos podido darle un repaso a las principales herramientas que nos van a ayudar a la hora de interpretar los gráficos, pero antes de lanzarnos a introducir operaciones en Forex, hay que volver a dar un paso atrás y entender la esencia de cualquier operativa en mercados financieros: detectar una tendencia y sumarse a ella.
Nunca debe obviarse el poder y la importancia de las tendencias en los mercados, pues en su comprensión radica que las opciones de tener un porcentaje de operaciones positivas sea mayor. Es por ello que vamos a detenernos hoy en entender cómo detectar las tendencias y adaptar nuestras operaciones a las mismas.
¿Qué son las tendencias?
Como norma general, el mercado se mueve siempre en tendencias, sean estas alcistas, bajistas o laterales. En realidad, hablar de tendencia lateral es un tanto ambiguo, pues un mercado lateral no es más que un mercado sin tendencia definida, en el que conviene no operar si no dominamos técnicas que funcionen bien en este tipo de mercados.
Centrémonos entonces en las tendencias alcista y bajista. Una tendencia alcista se da cuando los máximos y los mínimos de los “dientes de sierra” que dibuja el precio son crecientes, mientras que una tendencia bajista se da cuando éstos son cada vez menores. Es decir, tendencia alcista es cuando el precio sube de manera consistente, y bajista cuando baja.
La esencia de una buena operación radica en ser capaz de detectar esas tendencias cuanto antes y sumarse a ellas. No hay que olvidar que una tendencia siempre tendrá más probabilidades de seguir en la misma dirección que de girarse y cambiar. Seguro que has oído mil veces ese consejo de “opera siempre a favor de la tendencia principal”. Aunque esta teoría pueda resultar evidente, hay que tenerla siempre muy presente, pues es un error común “querer girar el mercado” cuando uno empieza a operar.
El motivo de esa voluntad a girar el mercado es claro: como tenemos que “subirnos” a la tendencia cuanto antes mejor, ¿existe un momento más óptimo que detectar el punto exacto en el que esta va a iniciarse? Pero llegar a dominar ese arte no es nada sencillo, por la regla que hemos comentado antes y porque rara vez las tendencias giran de alcista a bajista sin más. Es habitual que tras una tendencia sostenida, especialmente si la misma se ha prolongado en el tiempo, el mercado se mantenga un periodo en lateral antes de volver a tomar una determinada dirección.
Las líneas de tendencia
Además de los indicadores que ya hemos visto en artículos anteriores, como las clásicas medias móviles, para identificar claramente tendencias en los gráficos se utilizan lo que se denominan líneas de tendencia. Las líneas de tendencia no son más que una guía visual que nos dibujamos para constatar que el mercado está en una tendencia alcista o bajista.
En mercados alcistas, la línea de tendencia se dibuja uniendo los mínimos crecientes del precio, mientras que en mercados bajistas se unen los máximos decrecientes. Como cualquier línea, para dibujarse debe tener por lo menos dos puntos (es decir, dos mínimos o máximos consecutivos), e incluso se recomienda que la línea de tendencia sea confirmada por un tercer punto para ser considerada como válida. Como es lógico, cuanto más tiempo sea respetada y más máximos o mínimos cierren en la línea, mejor indicación de tendencia nos dará.
¿Cómo utilizamos entonces las líneas de tendencia? Pues es muy evidente que su uso será muy similar al de los soportes o resistencias: nos marcan zonas donde el precio tenderá a ser mantenido en su dirección principal actual, pudiendo establecer buenas oportunidades para entrar al mercado.
Del mismo modo, una rotura de una línea de tendencia puede ser una señal inequívoca de que la tendencia vigente está perdiendo fuerza y podría darse una lateralización o un giro de la tendencia en cualquier momento.
Imágenes | Wikimedia
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