Una vez hayamos escogido la plataforma de trading con la que vamos a trabajar nuestra operativa diaria en Forex, es fundamental conocer con exactitud los indicadores que vamos a emplear en nuestro análisis del mercado para tomar decisiones de compra o venta.
Los indicadores no son más que una representación gráfica de diferentes comportamientos del mercado que nos ayudan a entender lo que está sucediendo en cada momento para tener una lectura más precisa de la realidad de la acción del precio. Sin embargo, no son más que eso: una ayuda. Tomarlos como la representación de la verdad absoluta es uno de los errores frecuentes en el trading.
Es bastante habitual, incluso me atrevería a decir que normal, quemar las primeras etapas en el trading probando infinidad de indicadores en busca del definitivo, aquel que nos da inequívocamente señales de compra y venta con un porcentaje cercano al 100% de aciertos. Por si te encuentras en esa fase y aún no has llegado por ti mismo a la conclusión, yo te la avanzo: ese indicador mágico y definitivo no existe.
Olvídate de entender los indicadores como unos generadores de señales de compra y venta, y empieza a tratarlos como un apoyo para tu lectura de lo que sucede en el mercado, sin mayor pretensión que esa. Entonces, poco a poco, verás como vas desechando indicadores completamente inútiles hasta quedarte con apenas unos pocos que realmente suman en tu operativa diaria, y no suponen una simple distracción.
De entre todos los interminables indicadores que pueden llegar a existir, intentaré dar unas pinceladas básicas de los principales, entre los que sin duda hay que empezar por las archiconocidas medias móviles.
Medias móviles
Son el indicador técnico por excelencia, y su principal característica es la de suavizar la acción del precio para establecer tendencias de una manera mucho más clara en entornos generalmente muy volátiles. Son extraordinarias para seguir tendencias, pudiendo incluso llegar a dejar entrever cuando éstas se inician o llegan a su fin.
Son un indicador retardado al calcularse en función de los diversos precios en el pasado, y pueden establecerse períodos de corto, medio o largo plazo para su cálculo. A menor sea el periodo de cálculo de una media móvil, más enérgicos y acusados serán sus movimientos, reaccionando de una manera mucho más rápida. Para dar un mayor peso a los precios de cierre más recientes en el tiempo, además de la media móvil simple existen la exponencial y la ponderada.
Es habitual trabajar con diversas medias, rápidas y lentas, sobre un mismo gráfico, poniendo especial atención a los cruces entre ambas como señales de posibles cambios de tendencia: si la media rápida (habitualmente entre 5 y 20 días) cruza por encima de la lenta (entre 10 y 50 días), la situación puede entenderse como alcista; si el cruce es hacia abajo, la situación se considera bajista.
Es importante tener muy en cuenta que el uso de las medias móviles en entornos donde el mercado está lateral (es decir, que no tiene una tendencia marcada) no es del todo aconsejable, especialmente si se pretenden emplear los cruces de medias rápidas y lentas para tomar decisiones de entrar al mercado.
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