Pocas personas con un mínimo de conocimiento financiero dudan de la importancia de invertir nuestro dinero. Sin embargo, ¿cuál es la mejor forma de hacerlo? Muchas personas se han planteado esta pregunta a lo largo del tiempo.
Hoy, te mostramos tres de las respuestas que se han dado a esas preguntas. Son, en nuestra opinión, las tres principales estrategias de inversión para tu dinero.
Inversión en empresas que reparten dividendos
La primera estrategia para invertir en Bolsa es la estrategia basada en dividendos. Esta es una estrategia de inversión bastante conservadora, que se basa en comprar empresas consolidadas que reparten dividendos (independientemente de cada cuánto tiempo los repartan).
La idea básica detrás de esta estrategia de inversión es la de poder vivir de los dividendos que generan las empresas que hay en tu cartera. Con la suficiente inversión, esos dividendos generarán una renta suficiente para dejar de trabajar (o, al menos, para que supongan un sobresueldo interesante).
Ahora bien, ¿qué empresas son las mejores para seguir esta estrategia? ¿En qué empresas invierto si lo que deseo es conseguir unos buenos ingresos por dividendos y, además, evitar riesgos innecesarios, apostando por empresas de calidad?
Y la respuesta aquí es: por los Aristócratas del Dividendo. A decir verdad, esta no es la forma de optimizar la ganancia en dividendos, puesto que no se caracterizan por ser las empresas que mayor dividendo reparten, pero sí que es la opción más segura.
¿Por qué es la opción más segura? Pues porque los Aristócratas del Dividendo son aquellas compañías que llevan más de 25 años no sólo repartiendo dividendo, sino que lo han ido aumentando consistentemente.
Lógicamente, la cantidad de empresas que consiguen algo así son muy pocas. Pero éstas son de una calidad impresionante y son auténticos gigantes empresariales con unas ventajas muy fuertes respecto a los competidores. Son empresas como Unilever o P&G, que poseen multitud de marcas que usas a diario sin ni siquiera saberlo.
Esto tiene una doble ventaja: por un lado, el propio beneficio de estar recibiendo los dividendos de las empresas en las que estás invertido. Pero, por otro, puesto que ya hemos concluido que son empresas muy buenas, también ganas la revalorización de las empresas.
Así, tienes un patrimonio en constante aumento (por ejemplo, P&G ha duplicado su valoración en los últimos 5 años y ha multiplicado por 120 su valoración dese que empezase a cotizar en los años 80), y, además, vas recibiendo una renta por la vía de los dividendos.
Hay quien en esta estrategia ve un problema (y es un problema cierto), que es el hecho de que, cuando una empresa reparte dividendos, está dejando de invertir ese dinero en expandirse y generar mayor valor.
Con esto en mente, muchas personas creen que es mejor destinar el dinero a otras empresas que no reparten beneficios y, a cambio, reinvierten para hacer crecer el negocio, con la esperanza de que esas empresas se revaloricen más todavía.
Sin embargo, está el problema de saber cuáles serán esas empresas, puesto que el hecho de reinvertir todo tu dinero no garantiza que lo hagas de forma eficiente y seas capaz de satisfacer las necesidades del mercado, aumentando tu valoración.
Por tanto, la estrategia de la inversión en dividendos y, más concretamente, en los Aristócratas del Dividendo, sigue teniendo la ventaja de que estás apostándole a empresas muy robustas y con una larga trayectoria. Lo que Nassim Taleb llamaría empresas Lindy.
Cartera Boglehead
Otra estrategia de inversión es la cartera Boglehead, que consiste en invertir en fondos indexados (no en vano, Bogle es el creador de los mismos). En realidad, deberíamos hablar de carteras Blogehead, en plural.
¿Por qué? Porque lo que aquí se nos propone es apostar por fondos índice de varios tipos para estar muy diversificados, pero los componentes que utilicemos dependerán de nuestro perfil inversor.
Por ejemplo, un perfil conservador puede optar por un 70% fondos índice de bonos y un 30% de fondos índice de renta variable. Un perfil agresivo puede optar por lo contrario, o, incluso, por una cartera 100% de fondos índice de renta variable.
Lo importante aquí es entender que las carteras Boglehead se basan en establecer una cantidad de renta variable y una cantidad de renta fija, estableciendo la diversificación geográfica (la cual nos protegerá pero, al mismo tiempo, nos puede permitir obtener un mayor retorno -por ejemplo, si invertimos en mercados emergentes-).
Una vez determinada nuestra cartera en función de nuestro perfil, lo único que debemos hacer es ir ingresando dinero, y, en ocasiones, rebalanceando las inversiones cuando un fondo indexado haya tenido mucha revalorización u otro se haya depreciado demasiado.
¿Por qué no hay que hacer nada más? Pues porque, por definición, los fondos índice ya están muy diversificados y no es necesario estar continuamente eligiendo qué activos entran en cartera y cuáles salen.
Cartera permanente
Por último, tenemos la estrategia de la cartera permanente. Esta cartera, hoy en día, se puede construir como una forma de Boglehead, y eso nos dará los mejores rendimientos posibles.
La cartera permanente, en esencia, busca una cartera que pueda obtener rendimientos en cualquier situación del mercado. Para ello, opta por un 25% de renta variable, un 25% de renta fija, un 25% de oro y un 25% de liquidez.
Cuando la renta fija y la renta variable lo hacen mal porque hay una crisis, la liquidez y el oro tienden a subir de valor. Si incluso la liquidez (los dólares o los euros) se ponen en duda, el oro aumenta todavía más. Y si el oro baja, significa que hay confianza en el mercado, así que estaremos ganando por la parte de la renta fija y, sobre todo, de la renta variable.
Por todo ello, con la cartera permanente, estaremos ganando casi siempre y, además, estaremos reduciendo la volatilidad. Por supuesto, no ganaremos una cantidad espectacular, porque siempre tendremos algo devaluándose, pero, en general, estaremos en positivo.
Y, como decíamos, lo mejor de esta cartera es que se puede construir como un tipo de Boglehead, porque puedes utilizar ETFs y fondos indexados para los porcentajes relativos a la renta variable, a la renta fija y al oro.
Como puedes ver, han sido muchas las personas que, a lo largo del tiempo, se han preguntado cuál es la mejor estrategia para invertir su dinero. Y estas son tres de las principales respuestas que se han dado. No las únicas, pero sí las que mejores resultados han dado a lo largo del tiempo.