España nunca ha tenido una profunda cultura de ahorro, un déficit que la crisis agudizó haciendo que las tasas de ahorro familiar cayeran por los suelos. Un lastre que todavía siguen pagando muchos españoles, según la última encuesta de ahorro de ING.
Según su estudio, uno de cada tres españoles no dispone de ahorros, lo que le imposibilita para invertir su dinero, a pesar de que los bajos tipos de interés que imperan en Europa hacen más rentable la inversión que el ahorro. Esto hace que los españoles, como es evidente, estemos entre los europeos más disconformes con nuestro nivel de ahorro, junto con los polacos, italianos y rumanos.
Entre los españoles que afirman tener ahorros, solo el 17% los ha visto crecer en el último año debido o al aumento de sus ingresos –para el 45%- o a haber adoptado una actitud más ahorradora -35%-.
Siete de cada diez encuestados afirma que tener más conocimientos financieros conllevaría a la formación de mejores ahorradores. De hecho, dos de cada tres considera que debería enseñarse de forma obligatoria en los colegios.
¿Qué es un fondo de inversión?
El escándalo de las preferentes puso de manifiesto -a parte de la estafa del sector bancario a buena parte de la población- el gran déficit de conocimientos financieros básicos que hay en España. Algo que está lejos de solucionarse a corto y medio plazo.
En concreto, la encuesta de INE afirma que seis de cada diez españoles no saben qué es un fondo de inversión. Si bien, parece que las experiencias pasadas han servido de algo, pues el estudio también señala que la mayoría de los españoles no hace uso de los productos de inversión. De hecho, un 54% admite que valoraría invertir si tuviese un mayor conocimiento de ellos.
De casi el 40% de los encuestados que sí sabe qué es un fondo solo invierte en este producto el 5,8%, siendo los bonos y las acciones los productos preferidos por los españoles, con el 68% y el 65% del dinero destinado.
Por otra parte, la encuesta de ING sigue cayendo en los tópicos habituales, pues indica que los hombres están más familiarizados con estos productos que las mujeres, sobre todo cuando se habla de nuevas alternativas de inversión, como el crowdfunding o los préstamos entre particulares.
Por edad, los menores de 25 años son los que tienen un mayor conocimiento de los nuevos productos de inversión antes mencionados, sobre todo porque su auge procede de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Las personas más mayores son las que mejor comprenden los instrumentos de su tiempo, como los bonos o acciones, que han sido denostados por los más jóvenes, sobre todo.