Normalmente lo que el consumidor normal entiende por un banco es un lugar a dónde uno va, hace cola en caja, el director tiene un despacho independiente y los ahorros se guardan en una libreta. Para los dueños de grandes patrimonio es bastante diferente. Los banqueros les visitan en casa si lo desean, las oficinas no están abiertas a todo el mundo, etc. Si no fijémonos en la diferencia entre unos y otros clientes que hay en una sucursal normalita para hacernos una idea de cómo es la banca de los ricos.
Bien, comentan en GurusBlog que la diferencia entre el asesor y el productor de activos financieros debería de estar separada, que el asesor debería de ser independiente al banco. Además comentan que no ven mucho futuro en España, no son muy pesimistas sobre la legislación que se vaya a implantar.
Pero hace tiempo guardé un artículo de Cinco Días en el que comentaban que los superricos pueden haber dejado de utilizar la banca privada, y empezaban a demandar otro tipo de servicios. Cambia la demanda, cambian la oferta.
La cosa está en si tal vez van a ser los pequeños y medianos patrimonios los que dejen de confiar en su banco “de toda la vida” y pasen a confiar en asesores a los que ellos paguen, independientemente de la legislación. Sería una gran amenaza para los bancos, aunque podría ser una oportunidad para profesionales. Aunque también es una oportunidad para los bancos recuperar la confianza del consumidor en los productos financieros que comercian.
¿Qué opinan los lectores de El blog Salmón? ¿Confiar en el banco o en un asesor independiente al que paguen? ¿Pagarían a un asesor por consejo sobre sus finanzas?
Imagen | victoriapeckham