Seamos realistas, no nos gusta trabajar y cuando nos incorporamos a esta obligación, derecho y deber constitucional que nos porporciona nuestro sustento diario nos deprimimos. Los estudios más sesudos cifran en un 60% los afectados por depresiones postvacacionales, en mayor o menor medida.
Es duro comprobar nuestras miserias cotidianas, aguantar el teléfono todo el día, al jefe pidiendo tonterías a diestro y siniestro y encontrarse la mesa o la bandeja de entrada del mail con ganas de cerrarlo. Pero ¿cómo podemos aliviar estos síntomas?
La solución más rocambolesca que me han dado hoy ha sido “no te vayas de vacaciones y así estas cosas no te pasan” y si es muy cierto, pero no estoy por la labor. Fuera de salidas de tono de ese estilo, podemos seguir una serie de pasos que nos pueden aliviar estos síntomas durante los primeros días después de vacaciones.
- Comienza la jornada hablando con gente afable. Es decir, no te líes a realizar llamadas complicadas a clientes o proveedores, evita encuentros con los problemas hasta que estés preparado mentalmente.
- Cambia un poco tu entorno laboral. Si trabajas en un espacio físico fijo, coloca un cuadro que no estuviera, una foto o algún objeto que cambie ligeramente la estancia.
- Suaviza todo lo que puedas el sonido de teléfono, música de fondo o ruidos molestos.
- Intenta evitar encuentros directos con tus superiores al comienzo de jornada y durante los primerso días, salvo casos de máxima urgencia.
- Intercambia impresiones con los compañeros sobre sus propias vacaciones, el clima, las playas o la montaña. Deja atrás cotilleos innecesarios o las últimas novedades.
Y por último, si la depresión postvacacional te posee y ninguna cosa que hagas le pone remedio, coloca un cronómetro con cuenta atrás que te anuncie cuando tendrás las próximas vacaciones. Al menos algo te consolará, porque hoy en día quién no se consuela es porque no quiere.
Vía | Cinco Días
En Pymes y Autónomos | Oportunidades en el síndrome postvacacional
Vídeo | Youtube
En El Blog Salmón | Evita el síndrome postvacacional